En su informe, el organismo alertó sobre la inflación y la necesidad de encarar reformas estructurales

En un informe publicado por el Banco Mundial, estima que el país crecerá en 2021 un 7,5% este año -luego de caer un 9,9% en 2020-, mientras que en el 2022 lo hará un 2,5. De esta forma, el organismo internacional reduce las expectativas del Gobierno Nacional que proyectó en el presupuesto enviado al congreso que la economía crecerá un 4%.

Al respecto del informe, el jefe del Banco en la región, William Maloney, habló acerca de los problemas de inflación que afectan al país aseguró que en el corto plazo no ve aceleración descontrolada de los precios en el país pero aseguró que un acuerdo con el FMI será crucial para evitar un mayor recalentamiento del indice de precios: “La inflación esta cerca del 50%, pero el Gobierno sigue contando con algunas herramientas para evitar que la crisis se profundice, como llegar a un acuerdo con el FMI y aclarar las expectativas; sin embargo, estamos hablando del corto plazo y una vez que haya más estabilidad, el país debe abordar sus problemas estructurales de mediano plazo porque no ha crecido casi en la última década”.

Sobre esto último, alertó por el descalabro de las cuentas del estado y mencionó la necesidad de bajar los subsidios energéticos para comenzar a tener un gasto público más eficiente.

En el informe, el Banco habló sobre la necesidad de reformas estructurales en la región para evitar otra “década perdida” y así impulsar el crecimiento de las economías.

William Maloney

“Las secuelas de la crisis de COVID-19 llevarán años en desaparecer si los países de América Latina y el Caribe no toman medidas inmediatas para impulsar un deslucido proceso de recuperación de la pandemia, con la pobreza en su mayor nivel en décadas, de acuerdo con un nuevo informe del Banco Mundial”, indicó el reporte difundido desde Washington.

“Si bien se prevé que el crecimiento regional se recupere un 6,3 por ciento en 2021, junto a una aceleración de la vacunación y una caída en las muertes por COVID-19, la mayoría de los países no logrará revertir del todo la contracción de 6,7 por ciento que tuvo lugar el año pasado. Más aún, las previsiones de crecimiento para los próximos dos años caen por debajo del 3 por ciento, un regreso a las tasas de crecimiento bajas de la década de 2010, generando preocupación de una nueva década perdida en términos de desarrollo”, indicó. Argentina se encuentra en este grupo ya que no recuperará este año lo que perdió en 2020.

Y volvió a insistir en la necesidad de reformas estructurales: “Necesitamos cambios que permitan que la región vuelva a crecer como en la década pasada, pero en un contexto de recursos fiscales reducidos. Además, las presiones inflacionarias pueden aumentar las tasas de interés, haciendo más difícil el financiamiento en los mercados internacionales”, indicó el economista.