miércoles, abril 24

El billete de $2.000 no alcanza: qué denominación necesita esta economía con alta inflación

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El anuncio oficial sobre un nuevo billete de 2.000 pesos es puesto a debate por economistas, quienes sostienen que se deben emitir cifras más altas

El billete de $2.000 no alcanza: qué denominación necesita esta economía con alta inflación

El reciente anuncio del Banco Central que emitirá un billete conmemorativo a la ciencia y medicina nacional con una nueva máxima denominación de $2.000, encendió todo un debate entre los analistas, debido a que la coincidencia generalizada es que esta medida «ayuda, pero no sirve». Es decir, puede aminorar los problemas actuales con el manejo del efectivo, pero queda casi «inocuo» si se lo compara con el valor que representaba el de $1.000 apenas salió a la calle hace más de 5 años atrás.

Por ende, los economistas indican que hoy se necesita una denominación más alta a los $10.000. Incluso, algunos arriesgan que se ya se debe planificar la emisión de unidades de $50.000 para dentro de un año y medio, en base al comportamiento de las variables económicas.

Es que tanto la escalada de la inflación como la fuerte devaluación de la moneda que se registró en los últimos años, han generado que los billetes emitidos tengan cada vez un menor poder de compra. Con todos los inconvenientes que eso involucra, como que los cajeros automáticos se vacíen más rápido y no den abasto a entregar dinero, sumado la acumulación en bancos y comercios de papeles que tienen bajo valor real y un enorme costo de traslado.

A nivel marcha de precios, desde que se salió a circular el billete de $1.000 el primer día de diciembre de 2017, la inflación acumulada en los últimos 5 años y dos meses supera el 850%. Es decir, hoy se precisaría un papel cercano a los $10.000 para equiparar el poder de compra de aquél unidad del hornero.

Y si la comparación se realiza a través de evaluar el tipo de cambio, cuando nació el ejemplar de mayor denominación que está en la actualidad en circulación equivalía a u$s55,5, debido a que en ese momento el dólar libre se comercializaba en torno a los $18.

En cambio, hoy un papel de $1.000 representa tan sólo u$s2,64, si se toma el precio de referencia del dólar blue, mientras que el de flamante de $2.000 recién anunciado se puede cambiar por apenas unos u$s5,28. Es decir, casi 10 veces menos de lo que valía el hornero hace unos 5 años atrás, y una cifra mucho más baja de la cotización de los billetes de máxima denominación de los países de la región, que llegan a ser de un promedio de u$s30.

La inflación le resta a diario poder de compra a los billetes y se sostiene que ni siquiera el nuevo de $2.000 es suficiente.

La inflación le resta a diario poder de compra a los billetes y se sostiene que ni siquiera el nuevo de $2.000 es suficiente.

Qué billete más alto se necesita

Para conocer qué denominaciones de billetes requiere hoy una economía argentina que tiene una inflación anual cercana al 100%, y que de forma mensual alcanza un rango de entre 5% a 6%, los economistas relevados son contundentes en arriesgar que el recientemente anunciado papel de $2.000 será de muy poca utilidad.

Incluso, recién comenzará a circular en bancos y el público después de mediados de año. Por ende, si se cuenta la inflación y devaluación que se registrará hasta entonces, su valor será aún más depreciado.

«Si tomamos hoy el valor de $2.000, por efecto de la inflación, podríamos estar llegando a diciembre de este año con aproximadamente a un 50% de su valor. Es decir, valdría la mitad a fines de 2023″, dice a iProfesional Alfredo Romano, economista y director de Romano Group.

Lo cierto es que según los cálculos realizados, en base a la inflación acumulada desde el 1 de diciembre del 2017 al presente, el billete de máximo valor que hoy ya debería estar en la calle es el de $10.000.

«Es que por una transacción que hace más de 5 años atrás se hubiera entregado un solo papel de $1.000, ahora en febrero se deben proporcionar 10 unidades», resume a iProfesional Andrés Méndez, director de AMF Economía.

En cambio, si se analiza el billete de mayor denominación que se requiere en base a la devaluación del peso desde que se lanzó el ejemplar con la imagen del hornero al presente, la cifra necesaria es más alarmante.

Hoy se requieren $10.500 pesos para igualar el poder de compra que tenía el billete de $1.000 cuando fue lanzado en diciembre de 2017.

Hoy se requieren $10.500 pesos para igualar el poder de compra que tenía el billete de $1.000 cuando fue lanzado en diciembre de 2017.

Para equiparar los u$s55,5 que valía el de $1.000 cuando se lazó el primer día de diciembre de 2017, en base a la cotización actual del dólar libre, hoy se precisaría un billete mayor a los $20.000.

Familia de billetes que se necesitan

Para conocer qué familia de billetes hoy debería circular en la Argentina, iProfesional consultó a Augusto Ardiles, ex director de la Casa de la Moneda, cuya planificación es consistente.

«Yo haría una familia de billetes de $5.000, $10.000, $20.000 e, incluso, de $50.000. Esto porque debería haber previsibilidad ya que tarda alrededor de un año el proceso de lanzar un billete desde cero. Y, además, porque la inflación anual es de 100%, entonces se debe ser previsor en el tiempo y no estar corriendo. Al menos, diría de lanzar la denominación de $20.000 en julio, para simplificarles las tareas a los tesoros de empresas, bancos y bajar los costos de transporte de caudales», detalla a este medio Ardiles.

En tanto, indica que sería necesario planificar emitir a los de $50.000 para diciembre de 2024.

«Es mejor tener todo previsto y no estar apurados tanto con los plazos necesarios que requieren la aprobación del diseño y las medidas de seguridad, como también la anticipación de los encargos que requieren los pocos proveedores que existen en el mundo de papel moneda y tinta específica. En el mundo hay unos 10 proveedores de papel moneda, donde algunos son exclusivos de ciertos países», completa Ardiles a iProfesional.

A su entender, no se requiere igualar la mayor denominación que tiene, por ejemplo, Estados Unidos, con el billete de 100 dólares, cifra que equivaldría a tener a nivel doméstico un papel de $37.900 al tipo de cambio libre. Por lo tanto, se considera que con uno actual de $20.000 sería «suficiente» para resolver varios problemas transaccionales.

«Incluso, con el de $2.000 se ahorrarán u$s21 millones en impresión de billetes. Y con el de $10.000 se puede llegar ahorrar 170 millones de dólares. En 2020 y 2021, por no haber impreso unidades de mayor denominación, se gastaron más de 186 millones de dólares», resume Ardiles.

Ante la pregunta de iProfesional respecto a cuál es el grado de utilidad del billete de $2.000, el ex director de la Casa de la Moneda responde: «Hoy no tiene ningún tipo de sentido, y encima es conmemorativo. No lo lanzaría, iría directo con los de $5.000 en adelante».-