viernes, marzo 29

El cardenal Becciu declaró ante periodistas que perdona al Papa por su error

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El cardenal fue acusado de defraudar a la iglesia aunque asegura que es todo producto de una operación en su contra

El cardenal Angelo Becciu irrumpió en la sala del Instituto Maria Bambino, a pocos pasos de la columna de San Pedro, para ofrecer una conferencia de prensa tras la resignación como prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y la renuncia a los derechos del cardenalato.

El hecho ocurrió luego de que el prelado fuera acusado e investigado por fraude. Al cardenal no se le impugna ninguna responsabilidad por el tan polémico asunto de la compra del Palacio de Londres, que se está investigando, sino por haber proporcionado préstamos no reembolsables a favor de la cooperativa Spes, el brazo operativo de Caritas di Ozieri, en la provincia de Sassari, su diócesis de origen).

La cooperativa Spes es liderada y representada por su hermano, Tonino Becciu.

También aparecen los fondos del CEI, unos 300.000 euros que el cardenal habría destinado a las arcas de la cooperativa para montar y organizar un bonito proyecto social, dado que la cooperativa emplea a unos 60 jóvenes en Cerdeña, una región plagada de desempleo.

“Pensé, en 7 u 8 años que soy suplente nunca he hecho un trabajo de apoyo a Cerdeña”, explicó Becciu, y subrayó que lo había hecho por amor a su diócesis y con plena conciencia de no cometer actos ilícitos. “No soy una persona corrupta”, repitió varias veces en rueda de prensa.

Sobre Bergoglio dijo: “Me siento un poco aturdido, pero trato de ser realista. Es una cosa surrealista porque el jueves, hasta las 18:02, me sentí amigo del Papa, fiel ejecutor del Papa. Y luego el Papa, hablando, me dice que ya no tiene fe en mí porque los magistrados informaron que habría cometido actos de desfalco”, dijo el cardenal. “Admito que el Santo Padre estaba en grandes dificultades, casi sufre para decírmelo. Yo insistí: “Dímelo”.

Agregó también que no siente resentimiento: “Ayer le pregunté: ¿debería dejar mi vivienda? No, me dijo, por todo el trabajo que has hecho por mí, te la dejo. Renuevo mi confianza en el Santo Padre, le prometí fidelidad hasta el final. De hecho, al convertirme en cardenal, prometí entregar mi vida. No lo traicionaré jamás, estoy dispuesto a dar la vida por él”.