jueves, marzo 28

El chavismo volvió a atacar a Alberto Fernández: lo acusó de tibio y de “hacerse el loco”

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Nota extraída de Clarín por Natasha Niebieskikwiat

La mano derecha de Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, también pidió la libertad de la líder de la Tupac Amaru, Milagro Sala, como el cristinismo.

El chavismo volvió a atacar a Alberto Fernández: lo acusó de tibio y de “hacerse el loco”

La posición del gobierno de Alberto Fernández en el plano internacional molesta evidentemente al régimen de Nicolás Maduro, que espera un apoyo mayor del argentino, que no estaría recibiendo.

Horas después de la cumbre de presidentes del Mercosur, que se realizó el miércoles de manera virtual y en la que Argentina asumió la presidencia pro témpore del bloque, el hombre fuerte del gobierno chavista, Diosdado Cabello, tildó de “tibio” a Fernández y de “hacerse el loco”.

Presidente de la Asamblea Constituyente chavista -que no está reconocida por gran parte de la comunidad internacional- Cabello también reclamó porque la líder jujeña de la Tupac Amaru, Milagro  Sala, continúa presa

“Alberto Fernandez: tiene la piel delicadita, yo afortunadamente soy libre, señor Fernandez. Da tristeza que en escenario donde Venezuela y Argentina iban juntos, ahora la tibieza da por andar separado”, empezó diciendo el miércoles a la noche en su tradicional monólogo televisivo, como en tono de queja de que en esta reedición del kirchnerismo bajo el mandato de Alberto F. no prima la alianza que hubo entre Caracas y Buenos Aires con el gobierno de Néstor y Cristina Kirchner.

“Al presidente de Argentina no le gusta que le digan tibio, pero sí le gusta hacerse el loco cuando a Venezuela la llaman dictadura y su canciller (Felipe Solá) cada vez que puede declara contra Venezuela. Ellos saben que aquí no hay una dictadura, aquí ganó un presidente como ganó él allá y nosotros exigimos respeto”, dijo.

“No se moleste señor Fernández, si usted es tibio asúmase, nosotros en Venezuela somos revolucionarios calientes, hervimos. Acá no andamos con medias tintas ni con si guabineo, aquí en Venezuela, sino sabe lo que es guabineo (dar vueltas) seguro alguien se lo explica”, añadió.

No es la primera vez que Cabello, elegido diputado en las controvertidas elecciones legislativas del 6 de diciembre pasado, insulta a Fernández. También lo insultó Maduro.

“En 2009 todavía teníamos gobiernos amigos. No digo pueblos; gobiernos. Porque ahí está el pueblo argentino, a quien le mando mi abrazo, mi cariño y mi respeto”, dijo Cabello a principios de diciembre porque Argentina acompañaba reclamos en Naciones Unidas contra los abusos a los derechos humanos en Venezuela.

En los últimos días también se sucedieron otros hechos. La fiscalía de la Corte Penal Internacional de La Haya dijo que había “elementos suficientes” para abrir en los tribunales de la ONU una investigación contra funcionarios civiles y militares del régimen -lo que puede incluir a Maduro como a Cabello- por crímenes de lesa humanidad. Fernández no ha dicho nada , pero tampoco retiró una denuncia que hizo Argentina bajo el gobierno de Mauricio Macri allí en 2018, y que son base para este pronunciamiento de la fiscalía.

En la OEA se abstuvo de condenar las elecciones del 6 de diciembre, lo que para sectores en Argentina fue no condenar a Maduro, pero para el chavismo sí fue criticarlo. En Caracas esperaban una posición contraria a esa condena de la OEA, como sí lo hicieron Bolivia y México.

Fernández va y viene entre el cristinismo aliado al régimen chavista y que integra la coalición del Frente de Todos,  y la postura de las democracias occidentales cada vez más críticas del chavismo.

Caracas esperaba que Fernández pidiera la vuelta de Venezuela al Mercosur el miércoles. Pero el argentino se ocupó de pedir la inclusión de Bolivia como miembro pleno, pero no de Caracas. Venezuela había sido incorporada en 2012 como miembro pleno en una decisión política sin demasiados análisis técnicos, y fue suspendida del bloque de manera en 2017 por hechos ligados a las violaciones a los derechos humanos.

“Milagro Sala está presa todavía, vale. Cuatro años con Macri y uno con el señor Fernández, y no pasa nada en la justicia argentina”, señaló el miércoles en coincidencia con el cristinismo, que pide su liberación. Para el caso, el ministro de Defensa, Agustín Rossi, acaba de visitarla generando sorpresa interna entre su propia fuerza.