El exjuez Bento de Mendoza seguirá preso
La Cámara de Casación rechazó por inadmisible el recuso contra su prisión preventiva, está siendo juzgado por cohecho, lavado y enriquecimiento ilícito
El exjuez federal de Mendoza Walter Bento, destituido y acusado de coimas, seguirá preso en la cárcel de Cacheuta. La Cámara Federal de Casación declaró inadmisible el recurso de casación que planteó su defensa contra la decisión del tribunal oral que lo juzga de mantener su prisión preventiva.
Lo resolvieron los jueces de la Sala III, Carlos Mahiques, Javier Carbajo y Daniel Petrone. Los magistrados entendieron que la decisión del tribunal oral de dejarlo preso se encuentra fundamentada.
La Casación señaló que el Tribunal Oral analizó los elementos de convicción necesarios y suficientes para el tratamiento de la cuestión, y que la resolución que dispone su detención contiene fundamentos que constituyen una derivación razonada del derecho vigente, todo lo cual la aleja de la ausencia de fundamentación y tacha de arbitrariedad pretendida por la defensa. En definitiva, la Sala III de la Cámara Federal de Casación Penal convalidó la detención
Con anterioridad, los jueves Mahiques y Carbajo habían entendido que faltaba fundamentar el fallo y que no se había dado intervención al fiscal. El juez Hornos, en cambio, se había pronunciado por confirmar la prisión preventiva.
Ahora, superado ese obstáculo, los jueces Carbajo, Petrone y Mahiques confirmaron la detención del juez, al tiempo que confirmaron a las juezas que integran el Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nro. 2 de Mendoza, que lo juzgan, Gretel Diamante, María Carolina Pereira y Eliana Rattá.
Bento fue destituido el 8 de noviembre del año pasado por mal desempeño de sus funciones. De esta manera, se quedó sin fueros, por lo que fue preso, mientras avanza el juicio penal en su contra por graves delitos: presunto cobro de coimas, lavado y enriquecimiento ilícito. El Jurado de Enjuiciamiento resolvió su remoción, por seis votos contra uno, mientras siga adelante el juicio.
Fuentes: La Nacion.
