jueves, abril 25

El fin de la era Merkel: los desafíos globales y locales tras las elecciones en Alemania

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¿Será el país más inestable sin la canciller? ¿Qué rumbo tomará su política? Ecologistas y liberales podrían ser clave para formar gobierno.

Olaf Scholz, el candidato de los socialdemócratas en Alemania. Foto EFE

¿Será la Alemania pos-Merkel más inestable? ¿Qué rumbo tomará su política? ¿Logrará la izquierda apoderarse de la cancillería? ¿Formarán parte del próximo gobierno liberales y ecologistas?

Esos son los principales retos de la elecciones legislativas de Alemana del domingo.

Estas elecciones determinan cómo será la Alemania de después de Angela Merkel. Video: Angela Merkel, la líder “inoxidable” que manejó Alemania durante 16 años

A sus 67 años, Merkel, que gobierna la primera economía europea desde 2005, no se volvió a presentar al cargo, tras cuatro mandatos y 16 años en el poder.

Angela Merkel indicó que no pensaba hacerlo en octubre de 2018, tras el revés electoral registrado por su partido en el estado regional de Hesse. Tampoco prevé iniciar ninguna carrera en las instituciones europeas o internacionales, como algunos medios indicaron en su momento.

Es la primera vez desde 1949 que un jefe de gobierno saliente decide no volver a presentarse en Alemania.

Estabilidad

Bajo su mandato, Alemania fue sinónimo de estabilidad en Europa. Esto podría cambiar después de la cita electoral de este domingo, donde los conservadores obtuvieron su peor resultado en las urnas de su historia, desplazados por los socialdemócratas del SPD por algo más de un punto.

Las últimas encuestas ya vaticinaban que el bando conservador de la canciller obtendría su peor resultado desde la fundación de la Alemania moderna en 1949, con alrededor del 23% de los votos, frente al 32,8% recabado en 2017.

Resultados

El SPD se impuso el domingo como primera fuerza por un 25,7 % de los votos, lo que supone un ascenso de 5,2 % respecto a los obtenidos en 2017.

El bloque conservador -integrado por la Unión Cristianodemócrata (CDU) y su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CSU)- obtuvo un 24,1 %, una caída de 8,9 puntos.

Así, los conservadores pierden la cancillería, relegados a la oposición, por primera vez desde 2005, a menos que logren formar otra vez una alianza con el SPD, pero la jefatura de gobierno ya no será de ellos.

El conservador Armin Laschet. Foto EFE

El conservador Armin Laschet. Foto EFE

Los socialdemócratas aspiran con dirigir el gobierno, por primera vez desde Gerhard Schröder. Hace solo un año, se les daba casi por muertos.

Tras haberse convertido en las elecciones de 2017 en la primera fuerza de la oposición en la cámara de los diputados, aprovechándose del miedo de parte de la opinión pública a la llegada de centenares de miles de migrantes al país, la extrema derecha de Alternativa por Alemania (AfD) parece atascada.

El tema de la inmigración no parece dar tanto rédito político, por lo que en los últimos tiempos la formación trató de reposicionarse y presentarse como la defensora de las «libertades» frente a las restricciones anticovid.

Tanto los ecologistas (alrededor del 16%) como el partido de derecha de los Liberales FDP (cerca del 11%), podrían acabar teniendo la llave del nuevo gobierno en una futura coalición.

Izquierda o derecha

En el futuro parlamento podrían darse múltiples combinaciones para alcanzar la mayoría, desde una coalición de izquierdas a un gobierno con orientaciones de derechas.

Todo apunta a que las negociaciones para formar gobierno serán de lo más complicadas.

A los socios de Alemania les preocupa que esto provoque un largo periodo de inmovilismo, en tanto Europa teme quedar cada vez más marginada en la geopolítica.

El perfil final del gobierno tendrá un impacto notable en la futura política internacional de Alemania, aunque los tres grandes partidos hayan hecho campaña en el centro del tablero.

El país podría estar más inclinado a la solidaridad financiera en Europa con un gobierno dominado por los socialdemócratas y los Verdes que con los conservadores y los liberales, y estos últimos son más partidarios de llevar a cabo misiones militares en el extranjero que los partidos de izquierda.

Alemania podría vivir una fase de tensiones con la OTAN si el gobierno incluyera a la izquierda radical de Die Linke, que promueve la disolución de la Alianza atlántica.

Agencia AFP