En el marco de las reuniones de Primavera del organismo, el director del departamento del hemisferio occidental reconoció el rápido avance en la estabilización económica del país.
Durante las reuniones de Primavera (boreal) del Fondo Monetario Internacional (FMI), los directores del departamento del hemisferio occidental elogiaron los logros del programa económico argentino. A través de una conferencia de prensa, Rodrigo Valdes, director del departamento, destacó la consecución de las metas de marzo “con buen margen”, incluyendo el primer superávit fiscal en más de una década, la restauración de reservas y la reducción de la inflación.
“Las metas de marzo se consiguieron con buen margen. Estamos trabajando en la octava revisión del programa actual”, afirmó el directivo. Sin embargo, evitó hablar de nuevos desembolsos hacia la Argentina.
“Déjenme empezar por reconocer que el plan de estabilización tuvo mejores resultados que los que habíamos anticipado en nuestra última revisión del programa. Se vio el primer superávit fiscal en más de una década, las reservas están siendo restauradas decisivamente, la hoja de balance del Banco Central se ha fortalecido y la inflación, aunque continúa alta, está bajando más rápido de lo que anticipamos”, detalló Valdes.
No obstante, el directores del departamento del hemisferio occidental del organismo no mencionó nuevos desembolsos hacia Argentina: “Estamos trabajando en completar la octava revisión del programa existente con el Fondo. Nuestras discusiones se centraron en políticas para implementar la calidad y durabilidad del ajuste fiscal y sobre la mejora manera de ajustar las políticas del Banco Central para continuar reduciendo la inflación y restaurando las reservas”, afirmó.
En relación con el posible levantamiento del cepo al dólar, Valdes enfatizó la importancia de considerar cuidadosamente cualquier medida en este sentido, “teniendo en cuenta la cantidad de desequilibrios que la economía todavía tiene, los activos de reservas y el fortalecimiento de los marcos normativos”.
“No es una sola medida la que hay que tomar, sino varias. Algunas de ellas son muy importantes para el crecimiento; otras no tanto. La secuencia de revisión no es trivial y estamos discutiendo activamente con las autoridades sobre alternativas y los mejores caminos a tomar”, completó el funcionario del FMI.
Las declaraciones de Valdes se dan luego de la reunión entre el equipo económico argentino liderado por Luis Caputo y la vicepresidenta del FMI, Gita Gopinath. Según se informó oficialmente, aunque se discutieron los avances de las reformas en Argentina y la situación macroeconómica, no se destrabaron nuevos desembolsos por parte del organismo internacional.
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), se espera que la economía argentina caiga un 2,8% este año y luego se recupere con un aumento del 5% en 2025. En cuanto a la región, se prevé un crecimiento del 2% en 2024.
Al explicar la proyección regional, Valdes indicó que, aunque América Latina y el Caribe mostraron resiliencia y una fuerte recuperación después de la pandemia, “las economías operan cerca de su potencial, la actividad en la región se ha moderado en general en los últimos trimestres”.
“Con un entorno externo más débil y el efecto de las políticas estrictas para reducir la inflación aún materializándose, esperamos que el crecimiento en América Latina y el Caribe se modere aún más en 2024, desacelerando del 2,3% en 2023 al 2% este año”, pronosticó.
El funcionario del FMI también celebró la reducción de la inflación en la región y prevé que continúe disminuyendo en 2024, “gracias a las rápidas acciones de los bancos centrales de la región y las tendencias globales de desinflación”
Sin embargo, señaló que las tasas de interés todavía están en niveles contractivos y que la flexibilización debe continuar cuidadosamente para “lograr un equilibrio entre llevar de manera duradera la inflación a su objetivo, en el tramo final, y evitar una contracción económica indebida”.
Sobre los niveles de deuda pública de la región, el FMI considera que siguen elevados y pidió por una consolidación fiscal más rápida que ayude a resolver ese frente. “Para que sea duradero, el ajuste fiscal deberá incluir la movilización de ingresos y proteger el gasto social clave. Mantener la cohesión social debería ser una pieza central de los planes de consolidación fiscal, dados los todavía altos niveles de pobreza y desigualdad de la región”, recomendó Valdes.
No obstante, agregó que “la política fiscal no puede ser la única solución” y por eso dijo que los países de la región deben tomar medidas urgentes para aumentar el potencial de crecimiento, dado que las perspectivas para la región muestran un aumento del 2% en el mediano plazo, por debajo de otras partes del mundo.
“Será importante que los países identifiquen reformas estructurales con altos beneficios para el crecimiento y trabajen arduamente para generar consenso para implementarlas de manera duradera e inclusiva”, apuntó Valdes.
Al finalizar, Valdes explicó que varias naciones de América Latina y el Caribe “enfrentan importantes desequilibrios macroeconómicos”. “Estos países necesitan implementar políticas más sólidas para poner sus economías en una senda sostenible”, sostuvo. Y cerró: “Estamos dispuestos a apoyar a todos los países de la región a través de nuestro asesoramiento sobre políticas, desarrollo de capacidades y asistencia financiera”.