“Se llevará a cabo en Queens, NY, sin fanáticos”, anunció el político estadounidense. El Flushing Meadows-Corona Park cerrará sus puertas y no habrá público.
Las fechas del Abierto de los Estados Unidos será la habitual desde el 31 de agosto al 13 de septiembre. Las medidas para proteger al personal y los jugadores serán “pruebas rigurosas, limpieza adicional, espacio adicional en los vestuarios y alojamiento y transporte dedicados”.
El circuito iniciará a principios de agosto en Washington y luego se jugará el Masters 1000 de Cincinnati, los dos primeros torneos habilitados del ATP Tour.
El protocolo tuvo el rechazo de varias estrellas que ya avisaron que no participarán del certamen. Novak Djokovic (1º ranking ATP), Ashleigh Barty (1º del ranking WTA) y Simona Halep (2º ranking WTA) no viajarán a Nueva York por una cuestión de seguridad.
El tema de los traslados será un dolor de cabeza para los tenistas que participen del US Open por el cierre de las fronteras. Se especula que los sudamericanos, particularmente, deberán trasladarse hasta Santiago de Chile para llegar en un vuelo privado a Norteamérica.
En cuanto a los alojamientos, los jugadores deberán hospedarse cerca de Queens y no en el centro de Manhattan. Además, se reducirán el número de acompañantes de cada tenista.