El Gobierno autorizó a la Iglesia a reabrir templos, pero no avaló las misas

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El jefe de Gabinete y el canciller recibieron a la cúpula del episcopado. Desde ahora las parroquias y capillas podrán recibir en todo el país a fieles que busquen rezar o contar con asistencia espiritual previamente acordada. Luego de idas y vueltas, y a tono con la nueva fase de relajación de la cuarentena, el Gobierno nacional aceptó el petitorio que la había presentado la Iglesia católica a mediados de abril y desde esta semana permitirá la apertura de todos los templos del territorio nacional para aquellos que deseen rezar o recibir asistencia espiritual. 

El jefe de gabinete, Santiago Cafiero, recibió junto al canciller Felipe Solá y al secretario de Culto, Guillermo Oliveri, a la cúpula de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) representada por su presidente y obispo de San Isidro, Oscar Ojea; el cardenal arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, y el obispo diocesano de Chascomús, Carlos Malfa, con quien también repasaron la situación de emergencia que atraviesan miles de personas en villas y asentamientos, justo en el 46° anivesario del asesinato del padre Carlos Mugica.

La Casa Rosada precisó que, tras el encuentro, las partes acordaron que las iglesias podrán abrir sus puertas para la asistencia espiritual a los fieles y los rezos individuales. El regreso de las primeras prácticas religiosas desde la apertura de la cuarentena no implica la vuelta a la celebración de misas con público, aunque sí la celebración de sacramentos, como la confesión. 

A la par, las autoridades civiles y religiosas avanzaron en la definición de protocolos de salud que deberán implementarse una vez que se reanuden los servicios religiosos, priorizando la seguridad sanitaria de todos los asistentes. La CEA ya había elevado un protocolo cuyo espíritu central tuvo la firma del arzobispo de La Plata, Víctor Manuel Fernández, quien es discípulo predilecto del Papa Francisco.

Según pudo saber El Cronista, la apertura de templos -que ya está ocurriendo en algunos distritos que relajaron la cuarentena con anterioridad- será gradual y focalizada en permitir la oración de los fieles. Cualquier tipo de asistencia espiritual debe ser previamente consensuada con el ministro de culto, y solo podrá ocurrir cuando el distrito habilite salidas de esparcimiento o por otras razones que no sean las esenciales.

Semanas atrás, el cuerpo de obispos había solicitado una reunión con las más altas autoridades para demandar un paulatino retorno a la vida religiosa, presionado desde las bases por muchos fieles que demandaban poder participar de las misas y acercarse a los sacramentos.

Aquel encuentro se frustró, en buena medida, por la inflexible posición del presidente Alberto Fernández respecto a conceder mayores excusas para la circulación de la gente cuando el resultado de la cuarentena todavía no arrojaba conclusiones satisfactorias.

La situación en villas

El encuentro también sirvió para analizar las consecuencias sociales y económicas que surgieron a raíz de la lucha contra la pandemia, y tanto los funcionarios nacionales  como los clérigos coincidieron en que lo más importante es la salud y preservar la vida de la gente. 

En ese sentido, se remarcó la organización conjunta con municipios y organizaciones de distintas partes del país, lo que permitió resolver muchas necesidades sanitarias que surgieron a partir del aislamiento social, preventivo y obligatorio.