El innovador negocio jujeño que une turistas de todo el mundo con pueblos originarios

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Esta empresa fundada en 2017 organiza experiencias de turismo receptivo intercultural, muchas con más de 14.000 años de historia.

Cocinar platos típicos de la Quebrada, hacer una cabalgata al corazón de las Yungas o los cerros de Tilcara, o asistir a la ceremonia del té original con hierbas de la puna jujeña. Todas estas experiencias pueden reservarse a través de Pueblos Originales, la plataforma que hace de vínculo entre indígenas de la zona con turistas interesados en un intercambio cultural diferente.

El board de esta empresa de triple impacto fundada en 2017 está compuesto por René Calpanchay (emprendedor atacameño), Clemente Flores (emprendedor colla), Celestina Avalos (emprendedora colla), Viviana Figueroa (emprendedora omahuaca), Jorge Gronda (médico jujeño), Pablo Saubidet (empresario porteño, fundador de Iplan), Diego Noriega (santiagueño, ex Alamaula) y Pablo Simón Casarino (inversor boliviano). De esta conversación valiente entre emprendedores indígenas y occidentales -como define Calpanchay, cara al frente del proyecto– surge este emprendimiento con forma de S.A.S. que busca co-creer y co-crear para recuperar el paradigma ético del cuidado y alcanzar el buen vivir.

Así, organizan experiencias de turismo receptivo intercultural, muchas con más de 14.000 años de historia. Pero además tienen otras patas de negocio, como una academia para comunicar los saberes ancestrales de los pueblos indígenas y asesoría cultural a empresas, instituciones y gobiernos sobre la muestra de estos pueblos.

«Nuestro modelo es innovador porque sigue la práctica del pensamiento de los abuelos andinos, que basado en la sabiduría ancestral nos enseñaron: ‘nada se puede hacer solo y todo en complementariedad'», explica.

Frente a la crisis actual que atraviesa el país y el mundo, Calpanchay dice: «Desde nuestros emprendimientos tenemos como desafío poder compartir una forma diferente de vivir, la cosmovisión de los pueblos indígenas para volver a conectarnos con la naturaleza», porque, asegura, la recuperación no puede ser a cualquier costo. «Nosotros también podemos contribuir compartiendo diversos modos de producción y la sostenibilidad real que practicamos desde hace milenios«, y explica que los desafíos a los que se enfrentan hoy son lidiar con la incertidumbre y la crisis generada por el Covid-19, problemáticas en los servicios de telecomunicaciones rurales, el mal estado de los caminos y la falta de conectividad.

A la hora de hablar de los objetivos para este año, el emprendedor se fijó aportar a los 17 Objetivos de desarrollo sostenible 2030 de la ONU y los tres OBV (objetivos del buen vivir). También ampliar su red de miembros para generar más empleo y trabajar en la educación y concientización de toda la población de la importancia de cuidar la naturaleza a través de cursos, vivencias y motivación sobre prácticas en las comunidades. «Nuestra empresa puede colaborar en la recuperación post crisis ofreciendo al mundo un viaje terapéutico a miles de personas que vivieron encerradas en la pandemia y necesitan reencontrarse con ellas mismas para curar las heridas que dejó», concluye.

En cifras

  • Fundación: 2017
  • Localidad de origen: Purmamarca (Cerro de Siete Colores)
  • Cantidad de empleados: 8 directos y 35 indirectos
  • Inversión inicial: $1 millón
  • Facturación anual: $ 1,5 millones