El jefe de la SIDE aseguró que no gastó nada de los $100.000 millones otorgados por DNU
Sergio Neiffert, frente a la comisión bicameral de Inteligencia, no pudo explicar en qué iban a ser destinados los fondos.
El jefe de la Secretaría de Inteligencia, Sergio Neiffert, compareció ante la bicameral de Inteligencia luego de que el Congreso rechazara el DNU que le otorgaba $100 mil millones a la nueva SIDE. Neiffert aseguró que no utilizó ninguno de esos fondos y que devolverá el dinero al Tesoro. Sin embargo, no pudo especificar cómo se pretendía utilizar esa suma, lo que generó críticas entre los legisladores presentes.
A pesar de su compromiso de devolver los fondos, el proyecto de presupuesto para el próximo año contempla un pedido de $195 mil millones para la Secretaría de Inteligencia. Esta cifra se suma a los $92 mil millones solicitados por el Ministerio de Seguridad y otros $64 mil millones para el Ministerio de Defensa, elevando el total destinado a inteligencia a más de $300 mil millones. Neiffert prometió ofrecer más detalles en el futuro sobre el destino de estos recursos.
Durante la reunión, Neiffert confesó que aún no existe un plan de inteligencia definido, lo que generó inquietud entre los legisladores. A cambio de más explicaciones sobre el uso de los fondos, la bicameral prometió apoyar el financiamiento de la nueva SIDE, siempre que se aclaren los objetivos. Sin embargo, la falta de un plan específico fue vista como una debilidad en la gestión del organismo.
La discusión también abordó la polémica creación de la nueva Secretaría de Inteligencia a través de un decreto, que eliminó la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). Los legisladores criticaron duramente esta decisión, argumentando que los servicios de inteligencia en otros países se estructuran mediante leyes, no decretos, y que la medida fue apresurada e impropia.
Finalmente, Neiffert negó que la reestructuración del organismo esté destinada a reducir su tamaño o que se utilice para espiar a políticos, empresarios o periodistas. En cambio, afirmó que su objetivo es “profesionalizar” la inteligencia en Argentina, en medio de un contexto de recortes presupuestarios.