martes, abril 16

El joven que mató a su prima de 8 años quiso hacer explotar una garrafa para ocultar el crimen

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  • 2020-03-03

El joven de 22 años se negó a declarar en las últimas horas y permanecerá detenido acusado de los delitos de «tentativa de abuso sexual seguido de muerte y homicidio doblemente calificado por alevosía y por criminis causa».

Sergio Ramón Oliveira, el único detenido por el crimen de su prima de 8 años en la ciudad bonaerense de Lobos, quiso generar un incendio mayor en su casa para borrar toda evidencia del crimen con una garrafa que no llegó a explotar pero había sido colocada cerca de las brasas donde calcinó el cadáver de la víctima, informaron hoy fuentes judiciales.

En tanto, Oliveira (22) se negó a declarar en las últimas horas y permanecerá detenido acusado de los delitos de «tentativa de abuso sexual seguido de muerte y homicidio doblemente calificado por alevosía y por criminis causa», en perjuicio de su prima Guadalupe Ezeiza (8), delitos que prevén la pena de prisión perpetua.

La nena fue hallada el lunes asesinada a golpes y calcinada en la casa de su primo, quien confesó el hecho ante un familiar, informaron fuentes policiales y judiciales.

Los peritos que practicaron la autopsia determinaron que Guadalupe sufrió quemaduras en la zona genital, lo que borró las potenciales pruebas que podían obtenerse para acreditar si se consumó una violación.

Todo comenzó en la noche del domingo cuando la madre de la niña se presentó en la comisaría de Lobos, ubicada unos 98 kilómetros al sur de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, para denunciar que su hija no había regresado a su casa.

La denunciante explicó a los pesquisas que Olivera había pasado por su casa para llevar a la nena a un cumpleaños y que ella le dio su consentimiento para que fuera.

Al parecer, el hombre debía pasar a buscar por la casa de otro familiar a su propia hija, de una edad similar a la de Guadalupe, y llevar a ambas niñas juntas a la fiesta de cumpleaños, lo que nunca se concretó.

«Aparentemente era habitual que las dos niñas pasaran tiempo juntas pero no que la víctima se quedara a solas con su primo», explicó una fuente de la causa.

Mientras la Policía inició la búsqueda de Guadalupe en base a los datos aportados por la madre, Oliveira se presentó en la casa de un familiar en la vecina ciudad de Roque Pérez, con una crisis nerviosa.

«Me mande una cagada, por la nena no pude hacer nada», dijo el ahora imputado a uno de sus familiares.

Ante esta situación, los efectivos se dirigieron a la casa de Oliveira, situada en avenida Yrigoyen al 1200, de Lobos -a unas 20 cuadras del domicilio de la víctima-, y allí constataron que el inmueble estaba cerrado con llave y que nadie atendía.

Al ingresar a la vivienda, los policías hallaron el cadáver calcinado de Guadalupe, sentado contra una pared, sobre unas brasas, detallaron los informantes.

En la casa del acusado, los peritos levantaron una serie de rastros que indicarían que el agresor quemó aparte algunas de las prendas de vestir de la niña y también un pantalón suyo, al tiempo que secuestraron unos guantes de boxeo.

En tanto, el informe preliminar de la autopsia practicada esta tarde al cuerpo de Guadalupe reveló que la niña presentaba fuertes traumatismos de cráneo por una serie de golpes recibidos en la cabeza y también en el rostro, y que la causa de muerte fueron las quemaduras que dañaron sus órganos vitales.

A su vez, los médicos forenses determinaron que había signos de defensa en los miembros superiores de la niña, otro indicio que refuerza la hipótesis del abuso sexual como móvil del crimen y que coincide con los rasguños que los peritos encontraron en el cuerpo del ahora acusado, añadió la fuente judicial.

Paralelamente, en la escena del crimen, los peritos no hallaron signos de la presencia de una tercera persona, por lo que todas las sospechas de los investigadores apuntan únicamente al detenido.

El crimen de Guadalupe generó consternación en la comunidad de Lobos, donde residen unos 32 mil habitantes, quienes reclamaron justicia a través de las redes sociales, exigieron el máximo castigo al responsable y, además, recordaron que el acusado de matar a esta niña reside a tan solo dos cuadras del domicilio de Haydee García (88), quien fue ahorcada y quemada en marzo de 2019 en las afueras de esa ciudad.

En aquella oportunidad, el cadáver de la anciana fue encontrado en un descampado ubicado en en la calle 232, entre Güemes y Levene; y de acuerdo a la autopsia había muerto por «asfixia por ahorcamiento» y presentaba lesiones en la frente, en el ojo y en la mandíbula.