martes, abril 16

El mensaje de la Unión Argentina de Rugby a un año del asesinato de Fernando Báez Sosa

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El joven fue asesinado a golpes por 10 rugbiers a la salida de un boliche en Villa Gesell.

A un año del asesinato de Fernando Baéz Sosa a manos de un grupo de 10 rugbiers a la salida de un boliche en Villa Gesell, la Unión Argentina de Rugby pidió justicia por el crimen.

“A un año del crimen de Fernando Báez Sosa, la Unión Argentina de Rugby acompaña a sus familiares y amigos en el dolor y en la búsqueda de justicia. Asimismo ratifica su compromiso para erradicar el discurso y las acciones violentas, dentro y fuera del deporte.”, se puede leer en el tuit de la cuenta oficial.

Es que este crimen, y varias acciones violentas protagonizadas por rugbiers, pusieron en tela de juicio el rol de los clubes como formadores y se empezó a cuestionar qué hacía la dirigencia del deporte para frenar los discursos discriminadores y las acciones violentas.

En diálogo con el diario La Nación, el vicepresidente de la UAR, señaló que el rugby tuvo “actitudes suicidas” y que perdió mucha credibilidad en estos últimos años. Lo hizo en referencia a los tuits xenófobos y racistas de algunos integrantes de Los Pumas, pero con plena conciencia de que sus declaraciones también abarcan otro tipo de episodios.

“El rugby dejó de tener la valoración que tenía. Eso es lo que no ha asumido el hombre de rugby. El rugby argentino tuvo una actitud suicida. La valoración negativa de la sociedad fue muy fuerte. El rugby argentino tiene que estar orgulloso de lo que hizo la UAR. Cuando pasó lo de los tuits, el rugby argentino tendría que haber tomado una actitud más reflexiva. Están lastimando algo que funciona bien. Después, hay cosas mejorables y perfectibles. Lo malo sería no hacerse cargo”, señaló Ariel Mammana.

Por otro lado, Mammana señaló que la UAR debe mejorar la comunicación: “Creo que la UAR tiene una pésima comunicación de todo lo que no tiene que ver con Pumas y Jaguares. Si hay una percepción negativa, la hay porque estamos comunicando muy mal. Eso genera una percepción equivocada del otro. También tenemos que mejorar la comunicación con las uniones y con nosotros mismos. Hacerla más desestructurada. No hay nada que ocultar”, finalizó.

El crimen de Baéz Sosa fue calificado como “homicidio doblemente agravado por su comisión con alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas” y en noviembre pasado, luego de diez meses de investigación, la fiscal Verónica Zamboni presentó ante el juez David Mancinelli, a cargo del Juzgado de Garantías de Villa Gesell, la requisitoria de elevación a juicio contra los ocho imputados, jugadores de rugby en el club Náutico Arsenal Zárate.

Ellos son: Máximo Pablo Thomsen (20 años), Ciro Pertossi (20), Enzo Comelli (20), Matías Franco Benicelli (21), Blas Cinalli (19), Ayrton Viollaz (21), Lucas Pertossi (21) y Luciano Pertossi (19).

Por su parte, Juan Pedro Guarino y Alejo Milanesi están libres pero involucrados en la causa, con un pedido de sobreseimiento por parte de la fiscal, quien consideró que no cuenta con las pruebas suficientes para demostrar que los acusados participaron de la agresión contra Báez Sosa, algo que definirá el magistrado cuando confirme la elevación a juicio.

Hubo también un “sospechoso número 11″, cuya identidad fue confirmada en septiembre, y que nunca fue detenido ni imputado.

Graciela Sosa, la madre de Fernando Báez Sosa, el joven asesinado por un grupo de rugbiers en Villa Gesell el 18 de enero de 2020, volvió a pedir este domingo justicia para su hijo. Lo hizo al hablar durante un acto en el Parque Rivadavia, en el barrio porteño de Caballito, donde la familia y los amigos de Fernando organizaron una colecta solidaria de alimentos y útiles escolares a casi un año de su muerte.

En un breve discurso y acompañada por su esposo y padre de Fernando, Silvino Báez, dijo que seguirá adelante con su reclamo hasta que se haga justicia.

“Tratamos de salir adelante porque no puedo abandonar el caso de mi hijo”, sostuvo. Y afirmó: “Debo ser fuerte para que se haga justicia por él”.

Graciela Sosa dijo que “un año atrás, mi hijo me llamaba y estaba feliz en Villa Gesell. Y sin embargo -siguió- hoy no está conmigo, ya no puedo darle un abrazo. Mi hijo no está, nunca volverá”.

“Jamás volveré a abrazarlo y besarlo y hablar con él ni compartir el Día de la Madre ni las fiestas navideñas, ni Año Nuevo, ni nada. Por culpa de esos asesinos. Lo dejaron sin nada”, indicó.

Con un megáfono y con un cartel que rezaba “Justicia por Fernando, asesinado en Gesell” que mostraba su marido, Graciela Báez dijo que a pesar de todo “seguimos fuertes, con la ayuda de todos ustedes, para seguir pidiendo justicia”.