viernes, abril 19

El monje negro que quiere dejar el rol de operador judicial enJuntos por el Cambio

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Nota extraída de Nexofin por Beto Valdez

Daniel Angelici quiere ir abandonando su rol de operador judicial para empezar a posicionarse políticamente como un dirigente de peso. Primero va a buscar la presidencia del radicalismo porteño y hace fuertes apuestas por su tropa bonaerense

Luego de haber fracasado en las elecciones internas de la UCR porteña del año pasado donde apostó a ganar el distrito y hasta fue derrotado en su comuna (Palermo), Daniel Angelici comprendió que la mayoría de la dirigencia y los afiliados tradicionales de la UCR no lo quieren. La lista local que le ganó estuvo conformada por dirigentes que se unieron por rechazo a la figura del binguero amarillo, una alianza entre el nosiglismo y la lista de Jesús Rodríguez y Facundo Suárez Lastra, que ubicó de presidenta a Alejandra García. Por primera vez aparecen en la misma boleta dos dirigentes que siempre estuvieron enfrentados, como Marcelo Stubrin y Humberto Bonnanata.

“El Tano vive en la zona pero nunca va a ganar ahí, es la parroquia de Julián Sancerni Jiménez, los Salvatori y los Di Carlo. Su esposa y él no son reconocidos como parte de la dirigencia de Palermo, que además es mayoritariamente de River Plate”, dice a MDZ un histórico afiliado radical.

“Por eso decidió ir por un camino más peronista para lograr su sueño de llegar a presidir el Comité Capital, usar la billetera para abrir locales de su línea interna y seducir punteros de la zona sur con antecedentes no muy transparentes”, agrega un dirigente de esos barrios. El caso más emblemático es la pelea que se registró hace unos meses en Villa Soldati, donde se registraron enfrentamientos a tiros por el “territorio” con uno de sus operadores, el polémico legislador Gustavo Molla.

Mientras el binguero disfruta del fracaso del oficialismo xeneize de Juan Román Riquelme que lo derrotó en las elecciones del club, actualmente diversifica sus negocios en el lanzamiento de su propia marca de vino y discretamente va inaugurando locales de su agrupación interna RA en todas las comunas para intentar coronar su sueño de presidir el radicalismo porteño. “Hace mucho que anda con eso. El año pasado no pudo, pero ahora es el único que está poniendo mucha plata y se le puede dar el año que viene”, comenta un dirigente con pasado de puntero en CABA. Quiere mostrarse como jefe de un distrito.

“El Tano quiere salir del rol de operador judicial full time y recibirse de dirigente de peso para luego posicionarse dentro de Juntos por el Cambio”, comenta un aliado de Enrique Nosiglia, quien resiste el desembarco territorial del espacio de Angelici. Se comenta que abrió casi 50 comités a lo largo y ancho de la Ciudad de Buenos. “Para financiar esa movida necesitás invertir fortunas y además pagar los alquileres, el mantenimiento y los sueldos de los punteros que los abren y cierran”, cuenta un referente y asegura que la mayoría de los otros sectores del partido ha tenido que achicarse y cerrar locales partidarios.

Paralelamente, Angelici mantiene su bajo perfil con escasas apariciones públicas pero en su entorno aseguran que ya están trabajando para que Martín Lousteau sea el próximo jefe de Gobierno porteño. “Tiene el corazón partido y va a jugar a medias ya que el rival de Lousteau es Jorge Macri, con quien el Tano tiene una sociedad política en la provincia de Buenos Aires”, comentan desde el PRO bonaerense. Evidentemente son alianzas fuertes como para jugar en CABA contra el ministro de Gobierno y exintendente de Vicente López.

El angelicismo se adjudica tropa propia del otro lado de la Avenida General Paz: como la diputada provincial María Paula Bustos alineada con el intendente de Pergamino, Javier Martínez, un invento del extitular de Boca Juniors. El actual jefe comunal también viene del fútbol. Era presidente de Douglas Haig, equipo con el que logró ascender a la Primera Nacional con el sponsor en la camiseta del bingo local de Angelici. Ese vínculo terminó con el dirigente de fútbol ganando una intendencia tradicionalmente radical.

Ahora tiene dos apuestas similares. Lograr que su principal operador político y judicial, Fernando Rovello, se convierta en intendente de Pehuajó. Una misión complicada ganarle a los Zurro que son imbatibles con un rival prácticamente desconocido y con acuerdos debajo de la mesa con el sobrino del jefe comunal: Avelino Zurro, mano derecha de Eduardo Wado de Pedro. Rosquearon juntos para poner a Héctor Heim en el flamante juzgado federal de Pehuajó.

Igual de complicada la tiene Daniel Lipovetsky, impulsado por su jefe político para posicionarse en la Ciudad de La Plata donde manda el intendente Julio Garro. La otra confirmación del acuerdo político con el primo del expresidente es la llegada de Cristian Gribaudo al Senado bonaerense. Quien fuera derrotado en Boca Juniors por Riquelme y compañía, es actualmente uno de los hombres de peso en ese cuerpo por impulso del exalcalde de Vicente López. Ambos dirigentes tienen inserción territorial en cuatro de las secciones electorales del interior bonaerense.

Volviendo al territorio porteño, el binguero ha logrado también acumular un enorme poder en el Gobierno local y en la Legislatura. Las últimas incorporaciones fueron el exlegislador Ariel Álvarez Palma, quien desembarcó en la Subsecretaría del Ministerio de Medio Ambiente. También la llegada del polémico Carlos “Chapa” Retegui a la poderosa Secretaría de Deportes. Esta movida generó rechazo en “los halcones” del PRO pero también fue avalada por Lousteau y Emiliano Yacobitti, aliados del expresidente de Boca. La jugada terminó dejando afuera a Juan Nosiglia, cuestión que motivó una crisis con el mítico Coti.

Además, más allá de lo que ocurra electoralmente en CABA el año próximo, Angelici está obligado a mantener a la gente que tiene en cargos estratégicos. Uno de los casos más polémicos tiene que ver con la dirigente peronista Karina Leguizamón, viuda del recordado Enzo Pagani, uno de los referentes angelicistas del PRO más respetados junto al legislador Martín Ocampo. Leguizamón, recomendada por Víctor Santa María, logró desembarcar en un área del Ejecutivo porteño muy requerida: el Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes.

La cuestión más sensible que tiene en sus manos es el manejo históricamente poco transparente de las adopciones. El organismo en cuestión es el Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos (RUAGA). “Su manejo es arbitrario porque el organismo es descentralizado y no depende de ningún ministerio, se autogobierna”, dicen a MDZ algunas de sus adversarias respecto a la funcionaria y al manejo de la adopción.

No simpatizan con ella la mayoría de los exfuncionarias que conocen el área como María Eugenia Vidal o Carolina Stanley, según cuentan los voceros. Pero no solo tiene el apoyo de Angelici, sino también de su esposa Inés Belloni, quien se insertó en la ayuda social, como asesora de Leguizamón y en la Fundación Unidos para Amar.

“Inés la defiende con uñas y dientes a Karina, no hay forma de removerla”, confiesa un vocero de un despacho importante de la sede gubernamental de Uspallata. Otro de los compromisos que tiene en CABA es mantener en el directorio de la Obra Social de los municipales al puntero radical Eduardo Barragán, una caja que todos quieren controlar. Y paradójicamente aparece en la vicepresidencia de la ObSA la hija de Silvia Majdalani, Agustina Olivero. ¿También a pedido del Tano? Además se preocupa por “contener” a uno de sus allegados, Juan Sebastián De Stefano, el ex titular de Jurídicos de la AFI, acusado de ser el autor material del supuesto espionaje ilegal contra dirigentes propios y opositores.