martes, abril 23

El oficialismo presentó un organismo que supervisará qué noticias se publican

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El supuesto es que las audiencias no son capaces por sí mismas de discernimiento, ni de penalizar a los medios carentes de credibilidad La Defensoría del Público lanzó este domingo NODIO, un Observatorio de la desinformación y la violencia simbólica, que “trabajará en la detección, verificación, identificación y desarticulación de las estrategias argumentativas de noticias maliciosas y la identificación de sus operaciones de difusión”, según la presentación en la página oficial.

Miriam Lewin, titular de la Defensoría del Público, dijo que NODIO es la respuesta a la preocupación de las audiencias “por la circulación de mensajes cargados de violencia y desinformación en redes sociales y en medios”.

La Defensoría del Público, creada en 2012 por la Ley de Medios, declara solemnemente que “asume el compromiso democrático” de contribuir a la “búsqueda de un periodismo de alta calidad”, al “fortalecimiento de las audiencias críticas” y al “fomento del debate sobre los aspectos éticos del ejercicio de la libertad de expresión en internet”, entre otras cosas. “Con ese fin nace NODIO”, dicen.

“Internet potenció la libertad de expresión ciudadana”, señalan desde la Defensoría. Pero lo que debería ser una buena noticia parece que los asusta, considerando que se disponen a restringir esa libertad con un organismo de vigilancia.

Para la Defensoría, esta potenciación “también contribuyó a la propagación y viralización de desinformación o información maliciosa, fomentada por las lógicas de funcionamiento de las redes digitales, lo que representa un problema para el desarrollo de la vida democrática”.

El remedio es NODIO, que hasta nombre de fármaco tiene. Glenn Postolski, que ejerce como Director General de Planificación Estratégica e Investigación de la Defensoría del Público, dijo: “Lo importante es que desde el observatorio produzcamos un conocimiento útil para construir un debate democrático plural y más robusto”.

Las respuestas de la oposición

Silvana Giudici, presidenta de la Fundación LED, fue categórica: “Esto es el primer paso hacia una cosa más grave. Es como un primer paso hacia un ministerio de la verdad. Se confunde el rol que el Estado tiene que tener sobre la libertad de expresión y se intenta desde un organismo estatal decidir qué información es maliciosa o qué información verdadera o falsa. Y esto significa una injerencia directa sobre principios constitucionales, como el del artículo 14 ó el 32 que claramente dicen que el Estado no puede intervenir sobre la libertad de prensa”, dijo a Infobae.

“Este gobierno tiene un cepo para todo, también para controlar a la prensa -escribió en redes Cristian Ritondo, presidente del Bloque de Diputados del PRO-. El poder de turno no debe decidir qué información llega a los ciudadanos. El Estado Nacional tiene que garantizar la libertad de expresión, no restringirla”.