jueves, marzo 28

El telescopio LLAMA sigue abandonado en la Puna

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Desde hace mas de tres años sus componentes están expuestos a daños.La prometida reactivación del proyecto no pasó de los anuncios.

Las sensibles piezas del radiotelescopio siguen en el sitio de Alto Chorrillos tal cual como las descargaron en enero de 2018.

Las piezas del radiotelescopio LLAMA, el proyecto científico tecnológico más importante del Mercosur, llevan más de tres años de completo abandono en Alto Chorrillos y se desconocen los daños que el instrumental de precisión y su sensible electrónica pudieron haber sufrido por tormentas eléctricas y otras contingencias climáticas.

Ante los avances que mostró en todo este tiempo el proyecto de cosmología experimental QUBIC, una colaboración internacional viabilizada en buena parte por la infraestructura que se ejecutó para LLAMA, vuelve a surgir una pregunta que desde comienzos de 2018 espera más que anuncios del Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación: ¿cuándo se reactivarán los trabajos pendientes en el cerro Vecar para que Brasil y Argentina puedan tener instalado su radiotelescopio de vanguardia?

El 29 de agosto de 2020, luego de que los sensibles componentes de la antena llevaban más de dos años de abandono en el cerro Vecar, el secretario de Articulación Científico Tecnológica de la Nación, Juan Pablo Paz, aseguró que un consejo de expertos internacionales había terminado de trazar la hoja de ruta para la reactivación de LLAMA.

Por entonces también quedó en evidencia que actores principales y naturales del proyecto, como la Universidad Nacional de Salta (UNSa), el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas (Conicet) y la Provincia de Salta estaban excluidos en el convenio binacional que se firmó en 2014. Ante ese cuestionamiento, Paz prometió que se conformaría sin dilaciones un nuevo consorcio argentino en el que el Conicet, la UNSa y la Provincia de Salta tendrían «una participación formal y efectiva».

El 22 de noviembre de 2020, ante la insistencia periodística, el funcionario de la cartera que conduce Roberto Salvarezza anunció que INVAP, reconocida empresa tecnológica de Río Negro, se encargaría de reactivar las obras de montaje del radiotelescopio. En ese contexto, Paz aseguró que la puesta en operaciones del radiotelescopio no se extendería más allá de 2022. Dijo que los trabajos arrancarían en 2021 y que estarían finalizados en alrededor de 18 meses. Siete meses después de aquel anuncio, todo sigue igual y hoy las previsiones más optimistas llevarían la puesta en operación de la antena -lo que los astrofísicos denominan la primera luz- para 2023.

LLAMA (Large Latin American Milimiter Array) es un proyecto binacional de 20 millones de euros en el que participan el Ministerio de Ciencia y Tecnología por Argentina y la Fundación de Apoyo a la Investigación del Estado de Sao Paulo (FAPESP) por Brasil.

Con una inversión de 10 millones de euros, la contraparte brasileña

hizo fabricar la antena parabólica de 12 metros de diámetro en Alemania, adquirió todos los sistemas complementarios y cubrió los gastos de transporte y logística.

Argentina, por medio de la Unidad de Vinculación Tecnológica de la Provincia de Salta, la Fundación Capacitar del NOA, construyó con fondos nacionales el camino de acceso desde la ruta nacional 51 hasta el sector de Alto Chorrillos donde detrás de LLAMA empezó a perfilarse un polo astronómico de vanguardia.

Además del camino, de 7 kilómetros, se trabajó en la preparación del terreno y en las excavaciones fundacionales del telescopio. A la par, se adquirió un vehículo que está parado y sin uso desde hace más de tres años.

También se realizaron los estudios medioambientales, sismológicos, geotécnicos de fundación y para la provisión de agua, entre otros.

 Centro operativo 

La Provincia, sin ser parte del convenio, construyó y donó al consorcio el Centro de Apoyo Logístico del Proyecto LLAMA. El moderno edificio, que se levantó en el predio del parque industrial de San Antonio de los Cobres con una inversión de 1,3 millones de dólares, está vació y sin uso desde el momento en que el gobierno de Juan Manuel Urtubey lo donó. Un escándalo, porque con los recursos que allí se volcaron se podrían haber construido al menos tres escuelas. 

Donación de tierras

La Provincia también cedió al Conicet las 400 hectáreas de Alto Chorrillos donde está proyectado el incipiente polo astronómico de la Puna salteña.
A comienzos de año, un equipo del INVAP visitó el sitio cero de LLAMA junto a funcionarios provinciales. Desde entonces nada más se informó del proyecto, salvo que autoridades del Enacom se habían reunido con el ministro Salvarezza para garantizar la provisión de internet y comunicaciones en la zona.
Hasta ahora todo parece haber quedado en anuncios. Se desconoce qué pasos concretos se dieron para incorporar formal y efectivamente al Conicet, la Provincia de Salta y la UNSA al proyecto. El mismo misterio rodea a la conformación del nuevo consejo directivo y científico que debería llevar al proyecto LLAMA a su definitiva materialización. Nada se sabe tampoco sobre la firma del convenio con INVAP y el inicio de las obras de montaje del radiotelescopio. Si no se ponen en marcha esos trabajos en la primera semana de septiembre, a lo sumo, se habrá perdido otro año, porque en la zona cordillerana las inclemencias del clima apenas permiten trabajar en primavera y verano.
 Mientras LLAMA sigue inexplicablemente estancado, otros proyectos internacionales viabilizados en buena parte por las obras de infraestructura primarias realizadas para la colaboración astronómica argentino-brasileña avanzan a paso firme. El caso más resaltante es el de QUBIC, que tiene en camino a Salta un telescopio de microondas que se diseñó y desarrolló en Francia para probar la teoría del Big Bang. 
Las piezas tecnológicas del radiotelescopio LLAMA siguen en Alto Chorrillos tal como las descargaron en enero de 2018. La sofisticada tecnología que llegó al país en agosto de 2017, en 22 contenedores, no tiene ni siquiera un cuidador y en las actuales condiciones no puede esperarse otra cosa que su progresivo deterioro, como ocurre también con toda la infraestructura que se ejecutó para LLAMA. Por el vuelco de un camión, una importante pieza de la antena terminó destruida en enero de 2018. El componente que repuso la aseguradora llegó en mayo de 2020.

F: El Tribuno