El tren «fantasma» sembró pánico de madrugada por los pueblos

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15 DE Marzo 2020 – No lo podían frenar en su alocada carrera, con 45 vagones de soja y sin maquinista. En Monte Quemado, un operario lo pudo abordar y frenar, evitando una tragedia.

Imagen captada de uno de los tantos videos que filmaron los vecinos del paso veloz del tren carguero por los pueblos.

Las historias sobre vehículos fantasmales: autos, barcos, helicópteros, e incluso aviones, se siguen reportando en todo el mundo; pero por alguna razón las historias más cautivantes involucran a locomotoras que cruzan campos y poblados a la luz de la luna, rugiendo de velocidad sobre las vías, sin maquinista ni destino. En películas taquilleras como «The gost train» o «Terror en el tren de medianoche», las historias alteran el ritmo cardíaco de los espectadores. Una de las leyendas más impactantes sobre trenes cuenta que los restos mortales del presidente norteamericano Abraham Lincoln, quien fuera asesinado el 15 de abril de 1865, y los de su hijo Willie, fueron transportados en tren hasta Springfield, en Illinois, para la ceremonia del entierro. Desde entonces en cada aniversario de su muerte cientos de personas aseguran que un tren fantasma vuelve a aparecerse en las vías, incluso algunos han visto esqueletos a través de las ventanillas. Los jefes de las estaciones dicen que al paso del tren fantasma los relojes se detienen. También en Estocolmo, Suecia, reina la leyenda de Silverpilen (La Flecha Plateada), un tren fantasma que, según relatos urbanos, atraviesa algunas noches la red del metro de la ciudad a gran velocidad.

Musa inspiradora de cineastas y poetas, los trenes y los andenes siempre están en el corazón de las comunidades que, definitivamente, siguen palpitando el desarrollo en torno de las vías y las estaciones.

Quizás por eso en la madrugada de ayer el impacto del paso veloz de un tren con 45 vagones cargados con soja, sin maquinista, rompió el ritmo aterciopelado de la noche anteña y cundió el pánico entre los vecinos, que podían prever una tragedia. Desde la comisaría 50, a las 3 de la mañana, el cabo Díaz reportó que «se recepcionó un llamado telefónico del coordinador del Ferrocarril Belgrano Cargas, señor Nicolás Flores, para poner en conocimiento que desde la localidad de Piquete Cavado se estaría desplazando con sentido a esta jurisdicción una locomotora con 45 vagones, el cual vendría sin conductor, a alta velocidad, por lo que solicita colaboración para realizar los cortes de los accesos en la ciudad. Se desplaza urgente el móvil 1474, 1856 y patrullas para realizar la pre vención».

Versiones decían que el convoy había partido desde Metán, y por extrañas causas tomó las vías por su cuenta, atravesando distintas localidades rumbo al Chaco sin operario a bordo. La marcha alocada de la formación fue advertida en los pueblos a su paso y la emergencia se viralizó de inmediato. Móviles policiales con sus sirenas y sus luces corrían a la par del tren que marchaba a más de 100 kilómetros por hora.

«La tensión fue en aumento, el derrotero del tren suponía un eventual desastre, ya que a la vera de las vías, muchas localidades se encuentran habitadas y un eventual descarrilamiento en zonas pobladas desencadenaría una verdadera tragedia», relató con mucho tino el reportero de Anta, Fabián Leiva. Detalló que «una vez dada la alerta, los operarios del Ferrocarril Belgrano Cargas entraron en emergencia en todo el ramal, como así también la policía y otras autoridades. Todos tenían la premisa: «Hay que parar el tren». Se supo que hubo un intento malogrado de detenerlo en la localidad de Urutaú y no se pudo frenar la formación. Entonces extremaron la acción, y a menos de 8 kilómetros de Monte Quemado, el personal del ferrocarril tomó la determinación de abrir las vías para hacer descarrilar voluntariamente el tren, medida extrema que no llegó a concretarse, pues la naturaleza y la elevación del terreno hizo disminuir drásticamente la velocidad de la formación, dando la oportunidad para que un operario pudiera subir y accionar los frenos que finalmente detuvieron la alocada marcha del tren». Fue así como la formación ingresó a la estación de Monte Quemado, pasadas las 8 de la mañana de ayer, ya con operario a bordo.

Antecedentes no hay muchos que se conozcan: en mayo de 1999, alrededor de 500 pasajeros estuvieron al borde de la tragedia en la línea Urquiza, del tren bonaerense. El conductor se bajó en Devoto porque las puertas no funcionaban y el tren arrancó sin él. Recorrió 5 estaciones hasta que un guarda lo frenó. Hubo escenas de pánico, y algunos quisieron saltar del tren.

Lo que realmente pasó…

Luego de lograr detener el tren sin maquinista en Monte Quemado a las 8, desde la comisaría 50 de Anta, informaron que “el ayudante maquinista descendió de la locomotora sin colocar la trampa, y que la única forma de detenerla es haciendo que descarrile, o que se frene en algún desnivel. Se dispuso de la totalidad de móviles para realizar los cortes de arterias por donde cruzan las vías del tren en zonas urbanas y se evaluó la evacuación de las personas que posean viviendas cercanas a las vías. A las 3 ingresó la locomotora a Joaquín V. González, a una velocidad aproximada de 100 km/h, continuando su marcha hacia Gaona, El Quebrachal, Macapillo, Talavera y Tolloche, continuando el trayecto hasta el límite provincial, sin dejar víctimas ni daños materiales. A las 5.40 se alertó al comisario Taus, de Taco Pozo (Chaco)”.

f:El Tribuno