“El 8 de octubre, el comité anunció que por la salud y la seguridad de todos los involucrados, el segundo debate presidencial, programado para el 15 de octubre en Miami, se realizaría de manera virtual“, explicó el comunicado de la comisión.
No obstante, Trump se negó a participar del debate electoral de forma remota. El Presidente consideró que como había reaccionado favorablemente a las medicinas que le administraron contra el coronavirus en el hospital Walter Reed, y que como su médico, Sean Conley, lo había autorizado a retornar las actividades normales a partir del sábado, no habría motivo por el cual no pudiera asistir presencialmente al debate.
Sin embargo, la CDP opinó diferente y finalmente, al no haber acuerdo, se resolvió cancelar el encuentro. De todas formas, los candidatos se reencontraran en el tercer debate programado para el 22 de octubre en la Universidad Belmont de Nashville, Tennessee, el cual sigue en pie y ambos candidatos han aceptado participar del mismo.
Tras la negativa de Trump de participar de manera remota, la campaña de su rival, el demócrata Joe Biden, anunció esa noche realizará un acto con preguntas del público co-organizado con el canal de noticias ABC.
Acto seguido, el canal CNN informó que la campaña de Trump negociaba con el canal NBC para realizar un acto similar en paralelo el próximo jueves a la noche.
Esta noche, tras conocerse la decisión del comité organizador de debates, el vocero de la campaña de Biden, Andrew Bates, culpó al candidato oficialista.
“Todos saben que a Donald Trump le gusta hacer bullying a los periodistas, pero obviamente no tiene la valentía de contestarle a los votantes al mismo tiempo que lo hace el (ex)vicepresidente Biden”, aseguró, en referencia al formato que tenía el segundo debate, el único que incluía preguntas del público.