Se trata de Transnistria que limita al este con Ucrania y posee mayoritariamente población rusoparlante

Cuando las tropas rusas comienzan a controlar todo el este de Ucrania, al ejercer dominio sobre Mariupol y comenzar a registrar importantes avances en el Donbás, el Kremlin expresó cuales son sus verdaderos intereses expansionistas y reconoció que también desean controlar la región separatista y prorrusa de Transnistria, Moldavia.

“Desde el inicio de la segunda fase de la operación especial, que comenzó hace dos días, uno de los objetivos del Ejército ruso es establecer un control total sobre el Donbás y el sur de Ucrania”, declaró Rustam Minnekayev, subcomandante de las fuerzas del distrito militar del centro de Rusia.

El control de todo el este de Ucrania permite establecer un corredor entre el Donbás y Crimea, anexado en 2014. Sin embargo, bajo el mismo pretexto que dio inicio a la actual guerra, defender a la población rusoparlante “oprmida” por un gobierno prooccidental, Minnekayev reconoció que siguen de cerca la situación en el este de Moldavia.

“El control del sur de Ucrania es también un corredor hacia la Transnistria, donde también observamos casos de opresión de la población rusoparlante”, afirmó el general.

Moldavia es un pequeño país al suroeste de Ucrania que perteneció a la Unión Sovietica, pero que ahora es dirigido por un gobierno prooccidental. Transnistria es una pequeña región de 500 mil habitantes que limita al este con Ucrania y, si bien es reconocida como parte de Moldavia, lo cierto es que allí el control lo ejerce un Gobierno separatista que declaró su independencia en 1990, aunque no es reconocido por la Comunidad Internacional.

“Aparentemente ahora estamos en guerra con todo el mundo, como en la Segunda Guerra Mundial. Toda Europa está en nuestra contra, nunca les ha gustado Rusia”, agregó Minnekayev, según la agencia de noticias TASS.

Las declaraciones del subcomandante encienden las alarmas ante una posible incursión militar en el sur de Ucrania que hasta ahora no sufrio la invasión terrestre de las fuerzas rusas para poder cumplir con su objetivo de controlar dicha región moldava. La decisión implicaría librar también batallas en ciudades importantes como Odessa.