El año pasado hubo 9.682 inscripciones de fallecimientos en la provincia de Salta. Desde el Registro Civil observan un aumento de muertes en general, no solo por COVID-19.

“Los fallecidos han aumentado en forma general”, dijo la directora del Registro Civil.

El año pasado aumentó un 19,62 por ciento la cantidad de inscripciones de defunción registradas en la provincia de Salta con respecto a 2019.

De acuerdo con el Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas, mientras en 2020 fallecieron 9.682 personas, el año anterior esta cifra había sido de 8.094.

Estos números se refieren al total de las inscripciones anuales de defunciones que se realizan en forma registral. Incluyen defunciones inscriptas en término y fuera de término y muertes fetales.

Desde el Registro Civil observaron que hay «bastantes más» defunciones por múltiples causas -no solo por COVID-19- que en años anteriores.

La diferencia en la cantidad de fallecidos entre 2020 y 2019 es muy significativa si se tiene en cuenta que el último decenio la variación interanual nunca superó el 9 por ciento y casi siempre fue bastante menor. Incluso, la mitad de los años hubo descensos en la cantidad de fallecidos con respecto al período anterior.

Entre 2010 y 2020 aumentó un 25 por ciento la cantidad de defunciones registradas y la mayoría de los puntos porcentuales se concentraron en el último año.

Capital representa más del 57 por ciento de los fallecidos registrados el año pasado en la provincia. El porcentaje de aumento de muertes con respecto a 2019 fue apenas por debajo del porcentaje provincial. En 2020 se registraron 5.542 fallecidos y en 2019. 4699: una suba del 17,94 por ciento.

«No solo COVID-19»

La directora general del Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas, Verónica Saicha, observó que no solo hay más defunciones por COVID-19 sino por múltiples causas que aumentaron los últimos años.

Evaluó que la diferencia interanual en la cantidad de fallecidos «no es considerable», si se tiene en cuenta que la población aumenta.

Estimó que la suba en la cantidad de muertes registradas pudo haberse debido a la pandemia y explicó que ese análisis le corresponde al Ministerio de Salud Pública.

«Debe haber un porcentaje de fallecidos por COVID-19, pero los fallecidos han aumentado en forma general. Muchos fallecidos no son por COVID-19 y esto creció bastante más que en años anteriores», agregó.

Comentó que el año pasado había muchos certificados con sospecha de COVID-19, que luego desde Salud Pública se determinaban como tales o no.

Según manifestó, el 80 por ciento de los certificados no COVID-19 dicen que el deceso se debe a paros cardiorrespiratorios, sin ahondar más en la causa primaria de la muerte. Reconoció que hay «bastantes» defunciones notificadas como suicidios en la provincia.

Tipos de inscripciones

Saicha explicó que las cifras de fallecidos que registran se refieren a los casos que llegan a la oficina provincial de manera diaria, de acuerdo con distintos tipos de procedimientos administrativos.

Aclaró que estas cifras no tienen en cuenta, por ejemplo, a personas que fallecen en comunidades y son enterradas sin que se asiente la defunción.

La defunción en término es inscripta en las primeras 48 horas desde el deceso. La defunción fetal, en las 48 horas posteriores a la muerte en el vientre, y la defunción fuera de término, luego de las 48 horas y hasta los 60 días corridos siguientes.

En el caso de los fallecimientos fetales, Saicha explicó que se hacen certificados de defunción de fetos que no llegaron a nacer. Aclaró que no son muchos los casos que se registran y estimó que la mayoría no se inscribe. «Son las que llegan al Registro», señaló.

Luego de 60 días de fallecido se inscriben las defunciones judiciales que, desde 2010 hasta junio último, fueron 312. Estas se registran oficialmente cuando la Justicia ordena su inscripción. En la actualidad hay personas con inscripción judicial en proceso.