martes, abril 23

En marzo la inflación se ubicaría entre 5,5% y 6%

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El dato podría provocar un shock en la economía y la política nacional

El pico de inflación de marzo que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) divulgará oficialmente este miércoles, podría tener una ola expansiva sobre la economía y la política. De acuerdo con los analistas que contestan el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que divulga todos los meses el Banco Central, se calcula que el índice de precios minorista subirá 59,2% en 2022, contra 55% que se proyectaba hace apenas un mes.

La inflación ya está corriendo a tasas anualizadas cercanas al 80%, considerando el acumulado del primer trimestre. Esto genera un fuerte aumento de la “nominalidad” de la economía, con impacto en salarios, tasas y tipo de cambio.

En marzo la inflación se ubicaría entre 5,5% y 6%. En parte, se debe a la fuerte suba de los precios de las materias primas que desató la invasión de Rusia a Ucrania. El impacto se sintió fuertemente en los precios de los alimentos, que rápidamente ajustaron al alza.

El Banco Central intenta ponerle freno a los precios. La semana pasada, aplicó una importante aceleración adicional del tipo de cambio, a una tasa de 4% mensual. El objetivo es que el dólar oficial no se atrase contra la inflación. Es decir, mantener la paridad real.

El aceleramiento del dólar oficial es la antesala de un nuevo incremento de las tasas de interés de corto plazo. Sin embargo, Miguel Pesce, titular del BCRA, sospecha hasta qué punto es conveniente seguir con esa metodología. En las últimas semanas se reactivó la “bicicleta financiera”, favoreciendo a quienes apuestan a las inversiones en moneda local ajustadas por inflación.

El peligro de seguir aumentando las tasas es que se transformen en un peso insostenible para las empresas. Lo cual podría generar una contracción económica, y al mismo tiempo una suba mayor de precios, para compensar ese costo adicional.

El último informe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), advierte que el Gobierno se quedó sin anclas nominales para dominar la inflación. El dólar oficial que venía aumentando al 1%, ahora lo hace al 4%. Las tarifas tendrán que subir a un ritmo mucho más rápido para ponerle un techo a los subsidios. Además, se suma el impacto constante de la guerra.

Por eso, el pronóstico de inflación del 60% para el 2022 parece incluso conservador. Deberán ser más claros y estrictos los límites a las remarcaciones de precios, dado que la política de control de precios ha dado escasos resultados.