En plena pandemia, se sumarán 47 camas de terapia intensiva en Salta

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Habrá una carpa para recibir pacientes leves en el San Bernardo.

Hace 18 días, comenzaron las obras en el hospital Dr. Arturo Oñativia para llegar a las 34 camas de alta complejidad.

Las próximas semanas la provincia de Salta sumará 47 camas de terapia intensiva, con el objetivo de llegar a más de 250, según expresó ayer la secretaria de Desarrollo Organizacional del Ministerio de Salud Pública, Verónica Guzmán.

En medio de la dramática pandemia de coronavirus, quizás algo rescatable es que la sociedad y, sobre todo, el Estado vuelven los ojos -y los recursos- hacia la salud pública, sin la cual no es posible ningún tipo de desarrollo.

En tiempo récord, el hospital Dr. Arturo Oñativia sumará 22 camas de alta complejidad para atender a pacientes con COVID-19. El Materno Infantil agregará 20 y el Papa Francisco, 5.

En el hospital San Bernardo se habilitará una carpa para recibir y atender a pacientes leves, que, de acuerdo con sus cuadros, serán derivados a los espacios de atención que requieran.

Hace 18 días, en el hospital Oñativia se inició un «ambicioso plan de obras», según describió el gerente, Marcelo Nallar, para llegar a las 34 camas de alta complejidad.

En la actualidad, las 12 camas de terapia intensiva que existen están ocupadas, así como el 95 por ciento de las de internación común. El médico mencionó que, cuando ingresa a terapia un paciente que necesita asistencia respiratoria mecánica, la cama queda bloqueada por 14 días.

Las primeras cuatro camas se podrán utilizar los próximos días y otras 14 se incorporarán dentro de 10 días. Las 22 estarán en funcionamiento hacia fines de octubre y principios de noviembre.

Todas las unidades tendrán respiradores y permitirán dializar a los pacientes con un sistema moderno de oxígeno central, aspiración y aire comprimido. Gracias a esta tecnología, se podrá utilizar la cámara hiperbárica, que permite mayor oxigenación de la sangre, con un estricto protocolo para pacientes con COVID-19.

Nallar felicitó al actual Ministerio de Salud Pública, al de Infraestructura, a la empresa Saltapor, a cargo de la obra, y a todo el personal del hospital por el esfuerzo que hicieron para sumar estas camas al sistema de salud, que, después de la pandemia, se utilizarán para tratamientos de alta complejidad.

En los próximos 20 días se incorporará, como método de diagnóstico por imágenes, un tomógrafo axial computado para evitar traslados complejos de los pacientes hacia otro lugar.

En el hospital Público Materno Infantil se convertirá una terapia intermedia en terapia intensiva, con todos los elementos necesarios y de última tecnología. Hoy se sumarían las primeras cinco camas y de manera paulatina se habilitarán otras, hasta llegar a las 20. Todas tendrán respiradores.

El hospital Papa Francisco, de referencia para COVID-19, ampliará su capacidad de internación en terapia intensiva, con la adaptación de un espacio destinado a agregar 5 camas nuevas, que se sumarán a las 56 existentes.

Para pacientes leves

A partir del lunes próximo, se habilitará la carpa que se instaló al lado del hospital San Bernardo, con capacidad para atender a 50 pacientes con síntomas leves de COVID-19.

La instalación, ubicada en el sector de estacionamiento sobre la calle Mariano Boedo, se hizo junto con el Samec (Sistema de Atención Médica para Emergencias y Catástrofes) y allí se atenderá a quienes lleguen en ambulancias desde sus domicilios o desde centros sanitarios.

La medida forma parte del plan de contingencia que desarrolló el hospital, que en la actualidad cuenta con dos salas para pacientes no críticos con COVID-19.

En la carpa se recibirá a personas menores de 65 años que tengan cuadros estables, con saturación de oxígeno mayor al 90 por ciento, sin comorbilidades y sin signos de agotamiento respiratorio.

Allí se les brindará una primera atención y contención hasta que, en menos de ocho horas, se resuelva su derivación, de acuerdo con sus cuadros, a terapia intensiva en algún hospital o clínica, a la sala COVID del hospital o al Centro de Convenciones.

El lugar está equipado con soporte de oxígeno, respiradores portátiles en caso de emergencia, medicación mínima para tratamiento COVID, glucómetros, tensiómetros, manómetros y oxímetros de pulso. En esta carpa trabajará personal del nosocomio, del Samec y eventuales contratados, de acuerdo con la demanda sanitaria. Se gestiona un programa de voluntariado para algunas actividades.

Advierten que falta recurso humano    

Tras reunirse con gerentes de hospitales, el director del Comité Operativo de Emergencia, Francisco Aguilar, reveló que todos tienen problemas de recurso humano, cantidad de camas y respiradores, necesidades de laboratorio y enfermería, entre otros. “Esperamos resolverlo los próximos días”, manifestó.
“Todos sabemos que es muy preocupante la situación, pero todos mostraron muy buena predisposición”, cerró.