En su duro discurso de asunción, Milei anunciará un cambio de régimen y denunciará cada «bomba» que le dejan

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El dirigente libertario utilizará una estrategia diametralmente opuesta a la que echó mano Mauricio Macri cuando asumió en el 2015

En su duro discurso de asunción, Milei anunciará un cambio de régimen y denunciará cada "bomba" que le dejan

«No voy a dejar de señalar ninguna de las bombas que nos están dejando. No sólo gobernaron mal, sino que se encargan de ensuciar el camino. Parece que no les alcanza con haber destruido al país con su gestión, sino que tratan de complicar también al resto». Esa frase, palabras más, palabras menos, sintetiza el espíritu del discurso que Javier Milei dará el 10 de diciembre próximo frente a la Asamblea Legislativa.

El dirigente libertario utilizará una estrategia diametralmente opuesta a la que echó mano Mauricio Macri cuando asumió en el 2015. «Aquella vez no quisimos contar el desastre que nos dejaban, porque si no, nadie nos iba a prestar plata», dijo alguna vez Macri. Tiempo después admitió que se había equivocado.

Por eso, en las numerosas reuniones que mantuvo con Milei, lo primero que le aconsejó el ex presidente fue que denuncie «con lujo de detalles el desastre que te dejan». Y Milei parece que le hará caso. Al menos eso surge de algunos borradores que comenzaron a circular entre unos pocos miembros de su círculo íntimo que, con el paso de los días, se va agrandando a medida que se acerca el día de la asunción.

Sumado al hecho de que Milei habla casi a diario con los medios, hay ruido por filtraciones que parten de gente que está en el anillo de poder del futuro mandatario, pero a la que le gustaría, incluso, escalar un poco más arriba. El poder tiene una capacidad de seducción que a veces es imposible de contener.

Por eso, Milei acaba de nombrar como vocero a Manuel Adorni, un acérrimo defensor de la ideología liberal y crítico furioso del kirchnerismo, pero también un hombre con una sólida formación académica. Adorni deberá ordenar la comunicación a veces anárquica del libertario, en función de dotar de homogeneidad al mensaje con el que el nuevo gobierno tratará de explicarle a la gente que lo que viene, lejos estará de ser un lecho de rosas.

«Será un campo lleno de espinas. A tal punto que esperamos que la economía se estanque, con una inflación que en noviembre habría saltado al 15% y que en diciembre puede cerrar en 20%», explican economistas que ya trabajan a las órdenes de Luis Caputo, el ahora ministro de Economía designado que vuelve, en parte, por la revancha, porque considera que tiene algo para ofrecer a la Argentina para sanear ese escándalo provocado por una deuda cuasifiscal de 23 billones de pesos en el Banco Central. Las ahora popularizadas Leliqs.

Mauricio Macri le aconsejó a Javier Milei acerca de su discurso

Mauricio Macri le aconsejó a Javier Milei acerca de su discurso

En el discurso que se está preparando para el 10 de diciembre, Milei denunciará que el daño causado por las políticas kirchneristas ha sido enorme y advertirá que muchos dirigentes de ese espacio -de paladar negro- «quieren seguir causándolo». «Por lo menos les pido que dejen de hacer daño», insistirá Milei. Uno de los principales ejes de su discurso será enfatizar que «si no hacemos un ajuste y ponemos en caja a la economía, la explosión será enorme», y dejará claro que «no hay alternativa si se quiere empezar a revertir doce años de estancamiento.

El amigo americano

Milei regresó exultante de su breve paso por Estados Unidos. «La reunión con Jake Sullivan fue superlativa», exageró. Se refería al encuentro de una hora mantenido con el consejero de Seguridad Nacional de Joe Biden. Dicen que en esa reunión Sullivan ofreció apoyo financiero y dijo que hay empresarios norteamericanos interesados en desembarcar en la Argentina en los próximos meses. Milei no esperaba tanto. Se sorprendió. Pero el remate de Sullivan lo dejó mudo: «Su éxito es nuestro éxito», le dijo el influyente estratega americano.

En círculos de Washington, sostienen que Joe Biden quedó complacido al advertir que Milei dejaba de lado su diatriba proTrump. Y destacan que Milei ganó «diciendo la verdad», lo que le puede abrir un margen de maniobra mayor a futuro.

El presidente electo lo describe así ante sus colaboradores: «La solución que estamos proponiendo es dura, pero si se nos dispara la inflación y nos vamos a un 95% de pobres, sería como abrir una caja de Pandora», asegura. En su discurso ante la Asamblea Legislativa, Milei también dirá que su gobierno recibirá «la peor herencia de la democracia». «La híperinflación de Alfonsín es un porotito al lado de esto que recibimos», asegura.

Entre los muchos problemas que detallará, Milei hablará de las «tarifas desfasadas y los controles cambiarios cada vez mayores y pondrá el dedo en la llega al asegurar que el sector público es inviable y nos conduce de manera permanente al default«.

Milei ya tiene cerrado un paquete central de medidas para cortar el déficit, iniciar las reformas estructurales y parar la emisión del Banco Central. «Si no se desarman las Leliqs, hay riesgo de una hiperinflación superior al 10.000 por ciento», asegura. Y explica que «imprimir billetes termina en desastre, porque sería como que sigamos haciendo trampa».

En cuanto al paquete de medidas que se presentará, Milei hará mucho énfasis en que «el cepo entorpece toda la operatoria» y, con humor, dirá que «lo que voy a presentar es un convoy, no una ley ómnibus, por la cantidad de temas centrales que hacen falta para estabilizar la economía», ironiza.

El presidente electo Javier MIlei prepara su discurso de asunción

El presidente electo Javier Milei prepara su discurso de asunción donde lo acompañará Victoria Villarruel, su vice

Por ahora, no avanzará con las privatizaciones, porque considera que muchas empresas estatales tienen un precio irrisorio, por el mal manejo que se hizo desde el Estado. «El tema de las privatizaciones es que las empresas están en un estado de situación que no las quiere nadie. Por eso, antes de vender, hay que ponerlas en valor», explica.

El presidente electo no deja de repetir que está armando un «seleccionado». «Sólo es cuestión de elegir a los mejores», se jacta a veces. Y cuando le dicen que muchos gobernadores van a ir a tocarle la puerta, advierte: «No hay plata, no te puedo dar algo que no tengo. Se acabó. No voy a utilizar el Banco Central para engañar a los individuos, no habrá plata para las provincias que no tengamos. Quiero cortar con la emisión monetaria».

Por estas horas, estudia cada frase buscando darle el sentido exacto. Por eso, hay cierto revuelo sobre si incluir o no una frase que podría provocar reacciones duras en el recinto de la Cámara de Diputados. Es que advierte que su llegada al poder representa un «cambio de régimen. Y que incluye un remate que hiela la sangre: «No quiero una Argentina que sea la villa miseria más grande del mundo».