La Brigada de Explosivos requisó el material y lo retiró del edificio mientras se evacuaba el ala sur del Edificio Libertador por precaución. Las autoridades de Defensa denunciaron el hallazgo ante el juzgado nacional número 5, a cargo de María Eugenia Capuchetti.
Los explosivos resultaron ser proyectiles de morteros que alguien habría colocado en el baño junto al despacho de la recién nombrada auditora del Ministerio, Silvina Cornaglia. La funcionaria dio aviso a la Policía de la Ciudad.
Algunos trabajadores indicaron que esas cajas estaban en esa oficina desde 2016, y que desde entonces no habían sido retirada
Sin embargo, desde el Ministerio ordenaron una investigación administrativa para determinar cómo llegaron los explosivos a ese lugar.