Nota extraída de Clarín por Eduardo Paladini

José Luis Espert y Javier Milei en 2019. Iban a presentarse como aliados pero al final sólo se candidateó Espert.

Después del amague de 2015, en el que Sergio Massa asomó pero no llegó a consolidarse como una alternativa ganadora, la polarización volvió con todo en 2019 y, entre los Fernández y Macri-Pichetto se quedaron con casi el 90% de los votos presidenciales. Pero el hartazgo con la grieta y las fuerzas políticas mayoritarias que no logran torcer la crisis abrió ahora un espacio para la opción liberal y anti política. Y en sólo un año, la variante Javier Milei / José Luis Espert triplicó su intención de voto de cara al 2023. ¿Se acaba el bipartidismo?

El dato surge de la última encuesta de Opina Argentina que Clarín adelanta en exclusiva este domingo. Se trata de una consultora que trabaja para ambos lados de la grieta y la dirige un ex funcionario nacional: Facundo Nejamkis.

Entre el 6 y el 8 de marzo hizo un relevamiento de 1.000 casos a nivel nacional, con +/- 3% de margen de error. Midió los datos de coyuntura clásicos (imágenes, expectativas económicas) y, sobre el final, presentó una interesante comparación electoral, con la intención de voto para la próximo presidencial.

Javier Milei, días atrás, durante una asamblea del campo por el tema retenciones. FOTO Juan José García.

Allí, si bien se mantiene adelante Juntos por el Cambio «de Larreta y Macri», con el 30% y lo secunda el Frente de Todos de «Alberto y Cristina» con el 26%, los liberales «de Espert y Milei» ya se acercan con el 18%. Alerta polarización.

Pero antes de entrar en el debate de las urnas, queda claro cómo el problema de la inflación pega en el bolsillo y el ánimo de los argentinos y afecta en particular el humor social del electorado oficialista.

José Luis Espert en el Congreso. El año pasado fue electo diputado. FOTO Federico López Claro.

Para el 35% la suba de precios es la principal preocupación; creció 9 puntos en un mes. Y si se suma el 18% por la desocupación, los problemas económicos se quedan con el 53% del total. En el desagregado por fuerza política, los votantes del FDT se muestran más preocupados por la inflación que los de JXC.

¿Otro dato económico complejo para el Gobierno? El 53% ya responsabiliza a Alberto Fernández por la crisis actual contra un 35% que mantiene su mirada en la herencia de Mauricio Macri.

Los números para el 2023

«Si las elecciones fuesen el próximo domingo ¿A que espacio político votaría?», preguntó Opina Argentina en su capítulo electoral. Y allí se ve una polarización light (56 puntos entre Juntos por el Cambio -30- y el Frente de Todos -26-). Luego vienen Milei / Espert con 18 y completan el Frente de Izquierda con 4, los indecisos con 12, otro con 8 y blanco con 3.

Pero quizá lo más interesante no es la imagen actual sino la evolución. A fines del 2020, en datos de la misma consultora, el oficialismo lideraba cómodo con 45%, seguido por Juntos por el Cambio con 33% y todo el resto amontonado en un dígito.

La foto de hace un año también era muy distinta a la actual: por la caída del oficialismo, la grieta se había emparejado y perdido perdido fuerza (35% el FDT y 33% JXC); pero aún no surgía una «tercera variante».

La opción libertaria comenzó a crecer en paralelo a las legislativas: en septiembre del año pasado subió a 11% y así fue subiendo mes a mes para tocar su pico de 18% en la última medición. El triple en un año.

El análisis del consultor

En el informe del estudio, Nejamkis analiza este fenómeno. El consultor viene diferenciándose en su mirada de otros colegas respecto a quién afecta el crecimiento de Milei. Con una cuenta simple: si entre 2019 y 2021 Juntos por el Cambio mantuvo sus 40/41 puntos, la cosecha libertaria sale de otro lado: entre otros del Frente de Todos, que cayó abruptamente.

«En los últimos años, el sistema político argentino se ha consolidado en torno a la gravitación de dos grandes coaliciones encargadas de ordenar la oferta electoral. Esa certeza podría estar cambiando -advierte el analista-. El porcentaje de encuestados que considera que ninguna de las principales fuerzas políticas está preparada para reactivar la economía alcanzó en marzo 2022 el 35%».

«Este escepticismo respecto a la política es especialmente fuerte en el electorado joven así como en los sectores socioeconómicos más bajos. En este sentido, frente a un sostenido descontento con la situación económica nacional y en un contexto en donde la inflación no deja de ser la principal preocupación para la mayoría de los votantes, los discursos antisistema adquieren un escenario que los amplifica».

«El Frente de de Todos es señalado, cada vez con mayor fuerza, como el principal responsable de la crisis económica. Esta valoración se complementa con el hecho que ninguno de los referentes peronistas sondeados logra superar hace meses 35% de imagen positiva».

Horacio Rodríguez Larreta, en una conferencia de prensa reciente. Para el analista Nejamkis, endureció su discurso para no quedar relegado, entre otros, por Milei.

«Existe un espectro creciente de argentinos/as que adjudica igual peso en la balanza el fracaso del gobierno de Cambiemos y la desilusión por el gobierno de Alberto Fernández. En este contexto se destaca especialmente la figura de Javier Milei quien tiene gran receptividad entre estos desilusionados con el sistema político, sobre todo entre los centennials».

«En lo que refiere a Horacio Rodríguez Larreta, su buena imagen en las grandes ciudades del país lo sigue posicionando como uno de los principales referentes de la oposición.  Sin embargo, cabe preguntarse si, frente al auge de los discursos de esta nueva derecha, este posicionamiento moderado -que originalmente lo llevó a ampliar su universo de votantes- le estaría generando una pérdida de adeptos en su núcleo duro«.

«Por todo lo dicho, cabe estar atentos a este paulatino crecimiento de la fuerza libertaria dado que, si bien todavía representa un espacio minoritario en el sistema político nacional, su performance electoral puede mejorar poniendo fin a un sistema bipartidario que delimito la oferta electoral a ambos lados de la grieta».