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Enemigo «silencioso»: mientras pelean contra Uber, crece el uso de bicicletas públicas y ya iguala al de los taxis

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Enemigo "silencioso": mientras pelean contra Uber, crece el uso de bicicletas públicas y ya iguala al de los taxis

Mientras los taxistas tienen la mirada focalizada en Uber, surgen otras formas de movilidad que cada día le restan más pasajeros

20.02.2020 • 06.15hs

«Fuera Uber«, se lee en varias lunetas de taxis porteños, como forma de protesta ante un servicio que, según asegura el fiscal Martín Lapadu , sigue siendo ilegal en la Ciudad, pese a que la app habilitara el pago con tarjetas de crédito.

Sin embargo, mientras los taxistas tienen la mirada focalizada en Uber, surgen otras formas de movilidad que cada día le restan más pasajeros. Es cierto que la app de viajes con conductor posee un uso frecuente por parte de los usuarios, pero también es verdad que irrumpen otros competidores que les «patean en contra» en Capital Federal.

Uno de ellos es sistema de Ecobici, cuya versión actual cumplirá un año el 25 de febrero. Es gratuito, prestado por la brasileña Tembici, que ganó la licitación a mediados de 2018 e invirtió u$s70 millones para instalar una red que hoy día sigue en franco crecimiento y que acumula más de 4.000 rodados y 40 estaciones.

Tan importante se ha vuelto que, tras el anuncio del gobierno porteño sobre el cierre de varias estaciones en el sur de la Ciudad, un grupo de usuarios -liderados por el senador por el Frente de Todos Martín Recalde- presentó un recurso de amparo para frenar esa decisión. Es que, para muchos, la movilidad gratuita es una suerte de «derecho adquirido«.

«Ya tiene presencia en casi todos los barrios, habiendo arrancado con apenas 22. Hoy contamos con 377 estaciones operativas y la medida sólo afecta a 20, básicamente fue tomada por los robos de bicicletas», aseguran desde la Secretaría de Transporte Porteño.

Buena parte del éxito de la Ecobici se basa en su amplia red y, claro está, en su esquema gratuito: quien quiera usarla sólo debe instalar una app para desbloquear el rodado. Por cierto, esa practicidad contribuyó a bajar la principal barrera, que es la de probar el servicio.

La empresa brasileña obtiene ingresos principalmente de la publicidad del Itaú (replicando la red desplegada en la ciudad de San Pablo) y Mastercard. Además, percibe un canon del gobierno porteño que se fijó en $470 millones para los 10 años de concesión.

Así, la «avalancha naranja» le hace frente a otros medios de transporte públicos. Pero no es la única modalidad que resta pasajeros. Para trayectos cortos, el uso de monopatines eléctricos también va ganando protagonismo. Y no sólo por los que se alquilan, dado que muchos particulares poco a poco se van volcando a la compra de uno.

En cifras

La expansión de la Ecobici es sorprendente: en menos de un año ya posee más de 630.000 usuarios registrados. Es decir, el 22% de las 2,9 millones de personas que viven en la Ciudad ya se han bajado la aplicación.

Ante semejante demanda y con una media de 8 millones de viajes por día, es lógico que los porteños se topen a diario con un problema: la falta de rodados disponibles en algunas estaciones.

«Nuestra flota total es de 4.000 bicicletas, entre operativas, en taller y con ‘botón rojo’ en el puesto esperando a ser retiradas para su reparación», indican desde el gobierno porteño. 

Hay otro aspecto que expone la rivalidad entre bicis naranjas y autos negros y amarillos: según la Secretaría de Transporte, el trayecto promedio ronda los 5 kilómetros en ambos casos. Más aun, ambos ya empatan en participación:

 – Taxi: 4%

– Ecobici: 4%

– Colectivo: 60%

– Subte: 17%

– Tren: 1%

«Mientras que en 2009 sólo el 0,4% de los viajes en la Ciudad se hacían en bici, ese porcentaje escaló al 4%.  Esta forma de movilidad suma adeptos y para una gran mayoría de ellos se ha convertido en la principal opción para llegar al trabajo o ir a estudiar sin pagar un peso«, advierten desde la Secretaría.

Por el lado de Uber, no provee cifras sobre cantidad de usuarios en territorio porteño, ya que sus métricas se recopilan en «zonas»: tiene 75.000 choferes y 2 millones de pasajeros en el área metropolitana (Capital y Conurbano), por mes.

Futuro

La fuerte demanda de la Ecobici y la falta de rodados obligan a pensar en las materias pendientes de esta modalidad, aunque por ahora no está planeada la instalación de nuevas estaciones. Sí está en evaluación dónde ubicar las 20 que fueron retiradas.

«Confirmamos la necesidad de desarrollar otra conducta colectiva, un cambio cultural que aliente a un modelo de movilidad cada vez más pensado en las personas, en la que los autos particulares son cada vez menos protagonistas en las calles y los individuos ocupen ese lugar», remarcan.

Sobre este punto, agregan: «Los vecinos ya pueden encontrar estaciones alternativas a 10 cuadras de distancia. El diseño de la Red de Ciclovías y Bicisendas privilegia la conectividad hacia el área central, los centros de trasbordo y puntos que concentran un alto número de puestos laborales y de estudiantes».

Julián Podolsky, experto en temas de movilidad sustentable, resalta que la gran ventaja de la Ecobici es también su máxima contra: «Su gratuidad termina pervirtiendo todo el sistema de transporte«, afirma . En su visión, esto deriva en que la operación no funcione de manera ideal.

«Debería cobrarse. Y premiar el comportamiento como en Nueva York, donde se le dan puntos en Amazon al usuario que devuelva la bici en una estación que está en determinado punto», remarca el experto.

Bajo su óptica, «una buena estrategia en movilidad urbana es la que permite el acceso de toda la población. Por ejemplo, que el usuario que vive en el sur pueda ir a un hospital en zona norte con cualquier medio de transporte público».

«Esto no significa que sea gratis, sino que cualquiera pueda beneficiarse. Que haya mayor escala humana y menor escala de autos, para que la gente elija moverse de una manera más sustentable», completa.

Alternativas

No se trata solo de bicis. Hoy, las nuevas alternativas de movilidad disponibles en Buenos Aires y el conurbano buscan restarle protagonismo al taxi. Sin embargo, estas empresas tratan de mirar la «película completa» y transformarse en opciones superadoras al transporte tradicional.

«El competidor real de Cabify es la posición del vehículo particular, que resulta ineficiente. Entre todos los actores tenemos la chance de mejorar esta realidad», remarcan a iProUP desde la empresa española, un concepto que comparten todas las apps de viajes con conductor.

«Muchos conductores usan Uber cuando van y vuelven de su lugar de trabajo, el centro de estudio e incluso terminales de transporte público. La posibilidad de realizar viajes que estén en el trayecto hacia los propios destinos colabora con la disminución del tránsito y torna más eficiente la movilidad en ciudades», dice a iProUP Felipe Fernández Aramburu, Responsable de Desarrollo de Negocios de Uber.

En este sentido, en Capital Federal hay 1,6 millones de vehículos particulares patentados, más del 10% del parque total del país (13 millones) sin contar el transporte público y los coches que provienen del Conurbano diariamente. Es decir, circula un auto cada dos porteños.

Tras el último aumento de tarifas del taxi, el servicio de viajes con conductor que brindan las apps es hasta 70% más barato. Por ejemplo, para recorrer 40 cuadras se gastarían:

Taxi: entre $150 y $180 (según la app BA Taxi)

Cabify: entre $145 y $175

Uber: entre $130 y $160

Beat: desde $105 

En el caso de Uber, la tarifa inicial (similar a la bajada de bandera) es de $29, mientras que el equivalente a la ficha es la suma del precio por kilómetro ($11,20) y el minuto ($3).

Por su parte, Cabify tiene un precio base de $35; en tanto que el costo por kilómetro es de $16,50 y el de minuto, de $21.

Al igual que el taxi, estos dos últimos valores aumentan entre las 22 y las 6 a $16.50 y $25,20.

«No tenemos ninguna variación del precio contemplada por ahora», asegura Melisa Cabo, responsable de Public Affairs de Grin Argentina. Miguel Abad, su par de Movo Latinoamérica, se expresa en igual sentido: «Todavía no hay una definición respecto al aumento de tarifas».

Movo y Grin tenían las mismas tarifas hasta hace unos días, pero esta última ajustó sus precios 30%:

– Movo: $15 el desbloqueo y $8 por minuto

– Grin: $20 el primer ítem y $10 por minuto

Por lo tanto, un trayecto de 15 cuadras costaría $55 pesos en Movo y $70 en Grin.

– «Los viajes promedio son 2,5 km en 15 minutos, lo cual es consistente con otras ciudades de Latinoamérica. Esto equivale a $130», remarca Abad. Añade que Movo posee 8.500 usuarios mensuales.

– Por su parte, Cabo asegura que en Grin «los recorridos varían entre 8 y 13 minutos dependiendo de factores como día de la semana, horario y clima». Un trayecto medio ronda los $130. La plataforma ya cuenta con 25.000 usuarios activos por mes.

Cabo afirma que se están lanzando promociones de «manera constante en redes y en la app para que más personas se suban a esta alternativa». «Estamos impulsando el programa Grin Prime que, a cambio de una suscripción mensual de $75, hay infinitos desbloqueos gratis durante todo el mes», señala el ejecutivo.

Si bien Movo, por el momento sólo busca afianzarse en Palermo, Microcentro y Puerto Madero; en Grin apuestan a hacerse fuerte en la zona con mayor poder adquisitivo de Capital Federal y Conurbano.

«Nos gustaría extendernos hasta Núñez y llevar el servicio de monopatines eléctricos a Vicente López para que nuestros clientes puedan disfrutar y conectar la Ciudad de Buenos Aires con el corredor vial que llega hasta San Isidro», completa Cabo.

Mientras, la Ecobici sigue avanzando posiciones contra otros medios de transporte públicos y parece no tener mayor obstáculo que su propio éxito: la falta de bicicletas disponibles.

f:IProfesional