A horas de que se debata el contenido del mega DNU en el Senado, el diputado señaló que el tratamiento tendría consecuencias políticas
Luego de que la vicepresidente Victoria Villarruel diera lugar a una sesión para tratar el mega DNU, el diputado José Luis Espert cuestionó el accionar político de la titular de la Cámara de Senadores al ponderar que su decisión podría ser contraproducente para las futuras decisiones y reformas que buscaría plantear el Gobierno. A pesar de que mostró su desacuerdo ante el camino que escogió la referente, puso en duda los rumores que indicaron que se habría tratado de una táctica para desestabilizar al oficialismo. “No sé si Victoria Villarruel quiere desestabilizar al Gobierno de Milei”, apuntó.
Horas después de que el presidente Javier Milei apuntara que la posibilidad de que la caída del proyecto “significaría un grave retroceso”, el referente libertario remarcó que no hay ningún tipo de certezas para afirmar que la segunda en la línea del mando habría conspirado contra la administración que representa. “Yo podré estar cerca del Gobierno y del presidente, pero no soy parte del Poder Ejecutivo, puedo no saber cosas”, infirió sobre su desconocimiento en la presunta interna que habría dividido a los líderes de La Libertad Avanza (LLA). No obstante, reconoció que “a la luz de esto, me genera dudas”, en referencia al visto bueno que dio Villarruel para que se sesionara este miércoles.
“Hubo una decisión política de la vicepresidenta”, destacó al señalar que, tal como había convocado a debatir el contenido del DNU, la representante de la Cámara Alta podría haber hecho lo mismo con los decretos que impulsó Alberto Fernández durante la gestión anterior. Incluso, el economista puso como ejemplo una sesión celebrada en noviembre, en dónde se trataron aproximadamente 100 proyectos legislativos, para después ratificar que no había dudas de que se trató de una vía que decidió la integrante del Poder Ejecutivo.
Después de haber sido consultado sobre el tema durante la emisión del noticiero de LN+, Espert consideró que Villarruel tendría que haberse mantenido en su posición y evitar la sesión de mañana. De la misma manera, desmintió el argumento de que estaba obligada a presidir la sesión si no quería recibir una denuncia penal. Asimismo, remarcó que el reglamento del Senado le otorgaría la posibilidad de rechazar la convocatoria, aunque cumpliera con todos los requisitos necesarios para tratar una iniciativa en el recinto.
“No tenía ninguna obligación, si uno se atiene al reglamento de la Cámara de Senadores, a convocar a la sesión de mañana (por hoy) por más que se hayan juntado las cinco firmas”, subrayó el diputado, quien afirmó haber consultado sobre la cuestión con expertos en materia constitucional. Por este motivo, diferenció el funcionamiento del Senado al de Diputados al indicar que, si la situación se hubiera planteado en la Cámara Baja, Martín Menem no iba a tener otra alternativa que abrir la sesión y permitir el debate entre partidos.
En línea con el planteo formulado por el jefe de Estado, el referente liberal anticipó que “si se cae el DNU, políticamente es un golpe fuerte”, a la vez que señaló que sería “una pena porque ese DNU tiene cosas muy buenas para la gente”. De esta forma, interpretó que la no aprobación del proyecto beneficiaría a la casta política, sindical y empresaria a la que el Gobierno busca desarticular. Además, pronosticó que un resultado negativo para el oficialismo tendría un costo político en los próximos meses.
En paralelo, Espert criticó el intento de presentar una nueva fórmula de jubilación en la Cámara de Diputados por parte de Hacemos Coalición Federal. “Es una avivada, ir más rápido lo que está yendo porque ya viene en la Ley Bases la fórmula de jubilación”, consideró el economista al destacar que fue una jugada política orientada a “detonar el programa político de Milei”. Asimismo, indicó que el tratamiento de la iniciativa no generaría grandes cambios, debido a que se pondría en marcha a partir del 1° de abril de ser aprobada.
Frente a esto, el liberal aseguró que fue irresponsable por parte de los diputados anunciar que habría un aumento a jubilados, sobre todo, porque el proyecto no consideraba que recortes en gasto público se harían para compensar el cambio en la redistribución del presupuesto. “Si no hay plata, si el Gobierno está ajustando, vos no podés salir con un aumento a jubilados que encima es re sensible”, ponderó.
Por último, Espert planteó que la aprobación de la fórmula de jubilación que idearon desde la oposición podría haber repercutido en la relación con los gobernadores. “La fórmula jubilatoria ya está dentro de la Ley Bases que es la que se está discutiendo con los gobernadores, quienes fueron los que le dijeron a sus diputados que no votaron la primera versión”, analizó sobre los cruces y repercusiones que generó la Ley Ómnibus durante las sesiones extraordinarias.