El joven de 21 años aseguró que atacó los centros de masajes debido a que quería “eliminar la tentación” a causa de su adicción al sexo.

Un nuevo caso de un pistolero salvaje se registró en los Estados Unidos en las últimas horas. Se trata de un joven de 21 años que atacó tres salones de masajes debido a que quería “eliminar la tentación” que estos le provocaban. En sus ataques, acabó con la vida de ocho personas, incluidas a seis mujeres asiáticas.

El responsable de los ataques, Robert Aaron Long, atacó un centro en la localidad de Acworth y dos en Atlanta, en el estado de Georgia. Las autoridades lo detuvieron 150 millas al sur de la última luego de dar con su paradero tras la matanza.

Long aseguró que sus asesinatos no estuvieron motivados por el racismo sino por su “adicción al sexo”. De hecho, la Policía lo capturó mientras viajaba al estado de Florida para atacar locaciones de filmación de películas pornográficas.

Durante la mañana del miércoles, tras varios diagnósticos realizados en el autor de los hechos, descubrieron su afición por estos estímulos. El imputado confesó que atacó los centros de masajes para “eliminar la tentación” ya que los vía como una forma de someterse a estos estímulos.

“Él asegura que los asesinatos no están vinculados con un tema racial. Considera su adicción al sexo como un problema y vea a estas locaciones como algo que lo tienta, lo cual quería eliminar“, explicó el capitán Jay Baker de la Policía de Cherokee. Además, explicó que el pistolero les comunicó estaba teniendo “un mal día” y que estaba “al borde del abismo”.