jueves, abril 18

EVANGELIO DEL DÍA

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EVANGELIO DEL DÍA🌸🍃

Mateo (7,1-5):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No juzguéis y no os juzgarán; porque os van a juzgar como juzguéis vosotros, y la medida que uséis, la usarán con vosotros. ¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: «Déjame que te saque la mota del ojo», teniendo una viga en el tuyo? Hipócrita; sácate primero la viga del ojo; entonces verás claro y podrás sacar la mota del ojo de tu hermano.»
🍃🌸MEDITACION DEL EVANGELIO 🌸🍃

*Mt. 7, 1-5: *

🍃🌸No juzgar.

*1) El no: *

Es saber que vos y yo no somos nadie para andar juzgando, hay momentos en que parece que nos gusta ponernos como jueces del hermano. Estás llamado a acompañar e iluminar, no a andar juzgando a las personas. El juzgar está acompañado del prejuicio y eso nos lleva a convertirnos en transmisores de dolor. Cuántas personas hemos lastimado con nuestros comentarios de juicios que no correspondían. Seguramente vos también padeciste que te hayan juzgado sin ni siquiera un momento en que te escuchen y te defiendas.

*2) En qué te fijas: *

Cuando metes tus narices en la vida de otro capaz que es porque no ves las riquezas que hay en el tuyo. Esto unido a aquellos opinólogos que rondan por la vida opinando de la vida de los demás sin fijarse en la propia. Cuán importante es vivir, pero también dejar vivir.

*3) Las plumas: *

Cuenta la anécdota que una mujer se fue a confesar con un sacerdote del pueblo. Ella le contó que había hablado de un cura, diciendo cosas que no eran ciertas. Pasado el tiempo se dio cuenta que había actuado mal y hablado cosas de él que no eran ciertas. Estaba dolida porque comprobó que se dejó llevar por chismes y opiniones. Entonces el confesor le dijo que le daba la absolución pero que debería hacer una penitencia. Ella le dijo que estaba dispuesta porque le dolía porque era amigo de la familia y con esto se perdió la amistad. Entonces el cura le dijo: «Vaya al balcón de su casa, tome entre sus manos una almohada y rómpala con un cuchillo con todas sus fuerzas. Luego de hacer eso vuelva aquí». Ella fue, rompió la almohada con un cuchillo en el balcón de su casa y las plumas empezaron a salir por todos lados y con el viento se empezó a expandir. Volvió ante el cura confesor y le dijo que ya hizo lo que le pidió. Entonces el cura le dijo «vaya y recoja las plumas de la almohada y reconstrúyala». Ella le dijo que era IMPOSIBLE porque se habían volado las plumas por todos lados, no podía volver a traer las plumas y reconstruir la almohada. El cura le dijo «Así como le pasó con la almohada, le pasó con esta persona. Usted divulgó algo que se expandió tan rápido como las plumas en el aire, pero reconstruir algo que usted rompió con el filo de su lengua ya no será posible». Por fa, antes de hablar de alguien pensá si no estás rompiendo algo que te costará luego reconstruir.