martes, abril 23

EVANGELIO DEL DÍA

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🌸 EVANGELIO DEL DÍA🌸🍃

Mateo (22,34-40):

En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, formaron grupo, y uno de ellos, que era experto en la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?»
Él le dijo: «»Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser.» Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo.» Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas.»

🍃🌸MEDITACIÓN DEL EVANGELIO 🌸

Mt. 22, 34-40:

🍃🌸Amar a Dios.

1) Fariseos y saduceos:

Qué duro es encontrarnos con divisiones religiosas, más bien divisiones ideológicas en lo religioso. También en nuestro catolicismo encontramos división: los tradicionalistas y los progresistas, los de sotana y los de alpargatas… en fin, Jesús es la unión. Llevar gente al cielo es nuestra misión porque si no te quedas con el “cómo es la lámpara” y no miras la luz que despliega esa lampara. Aflojemos con los prejuicios y divisiones. Hoy el mundo necesita que estemos unidos.

2) Amar:

Es mi relación con Dios la que me lleva amar a los demás. Hay veces que nos confundimos y nos esforzamos más por esa relación con el otro y descuidamos esa relación de amor con Dios. En esto qué clara que la tienen los monjes, porque es luego de la contemplación donde se llega a la acción, si no te convertís en simple cristiano de acción social pero no impregnado de Cristo.

3) Catequizar:

Hoy es el día del catequista, presento sus bienaventuranzas.

1.🌸 Bienaventurados los catequistas que meditan y rumian la Palabra de Dios, que creen en el Evangelio de verdad, no destilado, y ayudan a que otros crean también en él, que hacen que la doctrina se haga mensaje y el mensaje vida, que no vacían su contenido, pero tampoco lo reducen a simples ideas, anclados solamente en formulación de verdades y preceptos, sin ternura, sin capacidad de encuentro.

  1. 🌸Bienaventurados los catequistas que no tienen miedo a las periferias, que salen de sus casas y de sus cáscaras eclesiales, de las sacristías y secretarías parroquiales, para salir a la calle, a golpear puertas, a anunciar que Jesús vive, no solo hablando de él, sino haciéndolo ver en sus vidas, presente en medio de su pueblo.
  2. 🌸Bienaventurados los catequistas que celebran lo que enseñan, que custodian el día del Señor, que se nutren de la eucaristía, que no dejan que el alma se arrugue, y que, siendo también “hombres de silencio”, saben adorar y que enseñan a adorar.
  3. 🌸Bienaventurados los catequistas que abrazan su fragilidad y que en su vulnerabilidad son capaces de conmoverse, compadecerse y detenerse, que están cerca de los que sufren con la “pedagogía de la presencia”, y que no se acostumbran jamás a los rostros de tantos niños que no conocen a Jesús, a los rostros de tantos jóvenes que deambulan por la vida sin sentido, a los rostros de multitud de excluidos que, con sus familias y ancianos, luchan para ser comunidad, y cuyo paso cotidiano por la ciudad les duele e interpela.
  4. 🌸Bienaventurados los catequistas que saben mirar con la mirada amorosa, respetuosa y sanadora del Maestro, ante el espectáculo sombrío de la omnipotencia manipuladora de los medios, del paso prepotente e irrespetuoso de quienes, como gurúes del pensamiento único, aun desde los despachos oficiales, nos quieren hacer claudicar en la defensa de la dignidad de la persona, contagiándonos una incapacidad de amar.
  5. 🌸Bienaventurados los catequistas que desempeñan la diaconía de la ternura y del acompañamiento y la pedagogía del diálogo; que saben escuchar, compartir preguntas y búsquedas, que saben auscultar los interrogantes, las dudas, los sufrimientos y esperanzas de nuestros hermanos, a quienes toca no solo acompañar sino reconocer como acompañantes y guías en el camino.
  6. .🌸 Bienaventurados los catequistas que son pedagogos de la comunicación, que se dejan desinstalar para aferrarse a lo ya adquirido, abiertos a los nuevos cruces de los caminos en los que la fidelidad nunca es repetición, sino que adquiere el nombre de creatividad