viernes, marzo 29

EVANGELIO DEL DÍA

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EVANGELIO DEL DÍA🌷🍃

Mateo (25,1-13):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «Se parecerá el reino de los cielos a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas. Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite; en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz: «¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!» Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las sensatas: «Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas.» Pero las sensatas contestaron: «Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis.» Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo: «Señor, señor, ábrenos.» Pero él respondió: «Os lo aseguro: no os conozco.» Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora.»

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO 🌷

Mt. 25, 1-13:

🍃🌷La prudencia salva.

1) La espera:

Es necesario en la vida que sepas esperar. No seas un arrebatado en las cosas porque así las cosas no salen. Aprende a esperar las cosas a su tiempo porque todo tiene su momento. La espera muchas veces nos desespera y nos hace actuar de una manera que luego nos puede traer dolores de cabeza. Aprende a usar los sentidos en tu vida, mirar el todo, escuchar todas las campanas (lo que se dice) y a tener en cuenta el todo que te rodea.

2) Las imprudentes:

Nuestra imprudencia puede venir de ser arrebatados, pero también por no tener en claro dónde estamos parados y para qué estamos. Recordá que tu vida no comienza ni termina hoy. Tenés que hacer un proceso y aprender a proyectar. El imprudente quema todo proyecto. No mira a futuro. Se queda en el hoy sin mirar lo que podrá lograr a futuro. Que tu mirada a la vida sea distinta y recordá que el arrebatado sabe mal, como la carne, por fuera todo lindo, pero por dentro todo crudo.

3) La prudencia:

Es saber tener una mirada amplia de la vida, el saber mirar a futuro y comprender que hay muchas cosas que se pueden lograr mientras se tengan los pies en la tierra. La prudencia te ayudará a ver la vida como un todo y te ayudará a saber seguir adelante incluso en momentos de oscuridad, porque sabes lo que querés y cuál es el objetivo de tu vida. Hoy pedí a Dios la prudencia para que se te encuentre encendido de vivir y no dormido por vivir