jueves, abril 18

EVANGELIO DEL DÍA

0
362

EVANGELIO DEL DÍA🌾
Lectura del santo evangelio según san Juan (13,1-15)

Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo. Estaban cenando, ya el diablo le había metido en la cabeza a Judas Iscariote, el de Simón, que lo entregara, y Jesús, sabiendo que el Padre había puesto todo en sus manos, que venía de Dios y a Dios volvía, se levanta de la cena, se quita el manto y, tomando una toalla, se la ciñe; luego echa agua en la jofaina y se pone a lavarles los pies a los discípulos, secándoselos con la toalla que se había ceñido.
Llegó a Simón Pedro, y éste le dijo: «Señor, ¿lavarme los pies tú a mí?»
Jesús le replicó: «Lo que yo hago tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás más tarde.»
Pedro le dijo: «No me lavarás los pies jamás.»
Jesús le contestó: «Si no te lavo, no tienes nada que ver conmigo.»
Simón Pedro le dijo: «Señor, no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza.»
Jesús le dijo: «Uno que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque todo él está limpio. También vosotros estáis limpios, aunque no todos.»
Porque sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: «No todos estáis limpios.» Cuando acabó de lavarles los pies, tomó el manto, se lo puso otra vez y les dijo: «¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis «el Maestro» y «el Señor», y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros; os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis.»

Palabra del Señor

El jueves se hace Santo.

1) El sacerdocio: tenemos dos tipos de sacerdocio, porque el sacerdote media, intercede y une. Está por un lado el sacerdocio común, que lo recibimos todos al recibir el bautismo. Porque vos, en tu función de cristiano, intercedes con tu oración y sacrificio por el otro. Sos sacerdote común por el bautismo porque estás «cristificado», sos otro Cristo en la tierra y llamado a anunciar con tu vida la Buena Noticia. Pero también está el sacerdocio ministerial, que lo reciben algunos hombres tomados entre los hombres para guiar a la humanidad. Hoy recordamos su institución. Fueron elegidos por Cristo para llevar a Cristo. Hoy tengamos presentes a nuestros sacerdotes, a los que nos bautizaron, a los que nos dieron la comunión y confirmación, los que nos casaron, los que nos mostraron a Dios. Pero también hoy quiero tener presente a los sacerdotes que están cansados, los que están tristes, los que son adictos al alcohol, los que tienen miedo, los que dejaron el sacerdocio porque no se sintieron comprendidos o por una mala experiencia. Por ellos también recemos hoy, porque siguen siendo de nuestra familia cristiana y cayeron. Capaz que no supimos ayudarlos. Hoy nuestra oración por ellos, porque como dice el salmo: «Tú eres sacerdote para siempre, mediador entre Dios y los hombres».

2) La eucaristía: es lo segundo que viviremos hoy. Es saber que aquí está la vida del cristianismo. Los cristianos estamos gracias a la eucaristía, porque es allí donde nos alimentamos. Es el sacramento que nos mueve y nos lleva al cielo. Hoy tratemos de comulgar, ya sea presencial o espiritualmente, porque es Jesús quien sigue entregándose plenamente por nosotros. Hoy también tengamos presentes a nuestros hermanos dolidos por la vida y por nuestras actitudes, aquellos que se alejaron de la misa dominical por nuestro mal testimonio y por ver cómo nos peleamos en la parroquia o en el movimiento. Hoy pidamos por aquellos que no pueden comulgar presencialmente y es el dolor que llevan en su pecho; que nos mostremos cercanos y hermanos, no jueces. Que nos mostremos atentos con el hermano que necesita de Jesús, porque hoy volvemos a vivir esa experiencia de Jesús mismo, la Pasión.

3) La caridad: el mandamiento del amor. Otra vez nos presenta la clave de nuestra vida cristiana: amar y dejarse amar. Saber que yo puedo dar vida al otro y que el otro puede vivir y revivir con pequeños gestos de amor de mi parte. Porque caridad es dar lo mejor de uno, caridad es ser buena persona, caridad es simplemente ayudar a ser feliz siendo uno feliz. Que este Triduo Pascual nos ayude a cambiar y mejorar.