viernes, marzo 29

EVANGELIO DEL DÍA

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EVANGELIO DEL DÍA🌾
Lectura del santo evangelio según san Juan (20,11-18):

EN aquel tiempo, estaba María fuera, junto al sepulcro, llorando. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús.
Ellos le preguntan:
«Mujer, ¿por qué lloras?».
Ella contesta:
«Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto».
Dicho esto, se vuelve y ve a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús.
Jesús le dice:
«Mujer, ¿por qué lloras?».
Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta:
«Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré».
Jesús le dice:
«¡María!».
Ella se vuelve y le dice.
«¡Rabbuní!», que significa: «¡Maestro!».
Jesús le dice:
«No me retengas, que todavía no he subido al Padre. Pero, ande, ve a mis hermanos y diles: “Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro”».
María la Magdalena fue y anunció a los discípulos:
«He visto al Señor y ha dicho esto».
Palabra del Señor
🌾 MEDITACION DEL EVANGELIO🌾

Jn. 20, 11-18: No llores.

1) Mientras lloraba: una frase que me encantó en estos dias fue aquella que dice «uno logra ver la vida con más claridad cuando hay unos ojos que se han limpiado con lágrimas». Porque quien ha enfrentado la vida desde el dolor y las lágrimas logra ver la vida de una manera diferente que lo lleva o la lleva a darle un giro a todo. Que tus lágrimas sean el punto de tu madurez ante la vida y el vivir.

2) Iré a buscarlo: es ese amor desesperado, porque busca a Jesús aun sin saber que vive. Es buscar y luchar por quien ama, vos no dejes de luchar por lo que amas, por lo que quieres, por lo que te llevó a cambiar la vida. Es ahí el punto de lucha de Magdalena, enfrentar lo que sea por tener a quien le enseñó a enfrentar la misma vida.

3) Re-conocer: María lo reconoce en su hablar, porque cuando uno vuelve a encontrar a la persona que conoció y le impactó genera en esa persona un cambio de raíz.
Hoy no dejes de re-conocer, de volver a conocer a tu Dios en los que te rodean. Volvé a encontrarte con Dios para vivir en esa alegria de Dios.