jueves, abril 18

EVANGELIO DEL DÍA

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EVANGELIO DEL DÍA🌾

Juan (20,19-31):

Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos.
Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a vosotros.»
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegria al ver al Señor.
Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.»
Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.»
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús.
Y los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor.»
Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.»
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos.
Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: «Paz a vosotros.»
Luego dijo a Tomás: «Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.»
Contestó Tomás: «¡Señor mío y Dios mío!»
Jesús le dijo: «¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto.»
Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Éstos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.

Palabra del Señor
🌾MEDITACIÓN DEL EVANGELIO 🌾

Jn. 20, 19-31:

🌾La misericordia es caminar para adelante.

1) Las puertas cerradas:

Cuántas veces nos cerramos al dolor, giramos nuestras vidas a eso que nos golpeó feo y todo lo rondamos y lo centramos allí. Cuántas veces tu corazón gira en tu orgullo y te cerrás… ¿Vos sos una persona cerrada? ¿Te cerrás en tus ideas? ¿Te cerrás en tu modo de ver las cosas? No te cierres, porque al abrir tu vida puede haber una aventura hermosa que puede enriquecer tu vida y desde allí nos enriquecemos todos.

2) La paz:

Es Jesús que te recuerda que cuando aparece en tu vida y lo dejas entrar te llena plenamente de Él porque te genera vida y vivís, porque hace en vos una persona nueva que te llena y te genera vida. Un corazón con paz cambia todo tu existir y hay vida en vos porque lo tenés al resucitado.

3) Tomás:

En Tomás estamos todos. Cuando nos aislamos y no estamos en comunidad nos perdemos lo más lindo que es estar con Jesús y compartir con Él. En la Eucaristía participamos de tocarlo y de vivirlo, nos llena y nos lleva a la fe. Es aquí el gran misterio de amor, Jesús está vivo y si no creés, hoy en la Eucaristía lo podés tocar.