jueves, abril 25

EVANGELIO DEL DÍA

0
401

EVANGELIO DEL DÍA🌾

Mateo (6,24-34):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero. Por eso os digo: No estéis agobiados por la vida, pensando qué vais a comer o beber, ni por el cuerpo, pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad a los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos? ¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida? ¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues, si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis agobiados, pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los gentiles se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre del cielo que tenéis necesidad de todo eso. Sobre todo buscad el reino de Dios y su justicia; lo demás se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus disgustos.»

Palabra del Señor
🌾MEDITACIÓN DEL EVANGELIO 🌾

Mt. 6, 24-34:

🌾¡Tu Señor!
1) Austeridad:

La palabra pobreza fue usada de una manera abusiva, por eso quiero proponerte la palabra austeridad. Ser austero es saber vivir con lo que se tiene y buscar los elementos para vivir bien. Lo material sirve para vivir, pero el problema es cuando vivís para las cosas materiales o por las cosas materiales. Cuando ya vivís preocupado por cosas materiales más que tu familia o tu salud o tu propia plenitud de vida, ya estamos en un gran problema.
2) Libertad:

No dejes que te tome aquel asfixiante estructuralismo; esa situación que te lleva a vivir pegado a un sistema que te chupa, te absorbe y ya no te deja ser vos. Hoy pedí a Jesús ser auténtico y es allí que descubrirás qué cosas son las que te sirven para tu vida y qué no.
3) Preocupación:

Aprende a confiar y a entregar tu vida en las manos de Dios. Como decía Charles de Foucauld:
«Padre,
me pongo en tus manos.
Haz de mí lo que quieras,
sea lo que sea, te doy gracias.
Estoy dispuesto a todo,
lo acepto todo,
con tal que tu voluntad se cumpla en mí
y en todas tus criaturas.
No deseo más, Padre.
Te confío mi alma,
te la doy con todo mi amor.
Porque te amo
y necesito darme a Ti,
ponerme en tus manos,
sin limitación, sin medida,
con una confianza infinita,
porque Tú eres mi Padre».