jueves, abril 18

EVANGELIO DEL DÍA

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EVANGELIO DEL DÍA🌾

Mateo (9,9-13):

En aquel tiempo, vio Jesús al pasar a un hombre llamado Mateo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: «Sígueme.»
Él se levantó y lo siguió. Y, estando en la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaron con Jesús y sus discípulos.
Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos: «¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores?»
Jesús lo oyó y dijo: «No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Andad, aprended lo que significa «misericordia quiero y no sacrificios»: que no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.»

Palabra del Señor
🌾MEDITACIÓN DEL EVANGELIO 🌾

Mt. 9, 9-13:

🌾Nosotros, los enfermos, necesitamos del Médico.

1) Lo vio:

Jesús pasa tarde o temprano por tu vida. Él te invita a caminar, pero también te ve. Él te contempla a vos y no tan solo vos lo contemplas a Él. Qué lindo saber que Dios te ve y te llama. Te invita a jugar en su equipo. Él no ve tu perfil de Facebook o de WhatsApp. No saca deducciones de tu estado, deduce desde su amor por vos.

2) Se sentaron con Él:

Jesús se mete entre aquellos descartados por la sociedad y por la religión. Hoy también hay descartados… por la religión y por la sociedad. Al final seguimos en la misma, seguimos peleando qué institución se hace cargo de la limpieza de la capilla en vez de salir a visitar a las prostitutas o los cartoneros y mostrarles el amor de Dios. Seguimos peleando por ver si el sacerdote es de derecha o izquierda en vez de ir a acompañar al cura que dejó el ministerio sacerdotal y le cuesta insertarse en la vida social. Hoy Jesús sigue llegando a esos hermanos a los que nosotros mismos les hemos clavado el “visto” en la vida.

3) El Médico:

Jesús es el médico que viene a sanarnos. Nos muestra que todo pecador tiene un futuro y todo santo tiene un pasado. Hoy Dios quiere sanarte, obvio que tendrás medicina y tratamiento. La medicina es el mismo Dios y el tratamiento será: cada hora una gotita de oración; sacramento, uno o dos por día; y ayuda a los demás, a gusto.