viernes, abril 19

EVANGELIO DEL DÍA

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EVANGELIO DEL DÍA 🌾

Mateo (22,1-14):

En aquel tiempo, de nuevo tomó Jesús la palabra y habló en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. Mandó criados para que avisaran a los convidados a la boda, pero no quisieron ir. Volvió a mandar criados, encargándoles que les dijeran: «Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Venid a la boda.» Los convidados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios; los demás les echaron mano a los criados y los maltrataron hasta matarlos. El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados: «La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontréis, convidadlos a la boda.» Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: «Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta?» El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los camareros: «Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.» Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos.»

Palabra del Señor
🌾MEDITACIÓN DEL EVANGELIO 🌾

Mt. 22, 1-14:

🌾La felicidad más grande para un padre es ver realizados a sus hijos.

1) El padre:

El padre que vemos aquí en el evangelio quiere celebrar con la comunidad lo que está sucediendo con su hijo, así es la alegría. La verdadera alegría se comparte, la fiesta se comparte, solo no se puede hacer una fiesta, las fiestas son comunitarias, no solitarias.

2) Los invitados:

Por otro lado, la situación con los invitados: ellos son arrogantes, hay que rogarles para que vayan a la celebración. Cuando una persona se hace rogar, marca soberbia a flor de piel, un profundo orgullo y terquedad y, por supuesto, pone excusas. En este sentido, hoy tenemos muchas personas que están invitadas a vivir sus vidas en Dios y hacer de la vida una fiesta, pero inventan excusas y viven su vida como si fuera un zapping: pasar, pasar y pasar, pero no hace nada concreto.

3) El atuendo:

Por último, el verdadero atuendo de su vida debe ser el servicio. Un servicio desinteresado. La caridad, en el servicio, abrirá las puertas a la fiesta que Dios ha preparado para vos. Vestite con caridad y viví la vida como una fiesta, ¡pero convertila en una fiesta compartida! Feliz jueves.