EVANGELIO DEL DÍA

0
302

EVANGELIO DEL DÍA💫

Juan (1,29-34):

Al día siguiente, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó: «Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije: «Trás de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo.» Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua para que sea manifestado a Israel.»
Y Juan dio testimonio diciendo: «He contemplado el Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: «Aquél sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ése es el que ha de bautizar con Espíritu Santo.» Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.»

Palabra del Señor
💫MEDITACIÓN DEL EVANGELIO 💫

Juan 1, 29-34:

💫El Cordero de Dios.

1) Acercarse:

Jesús se mueve, está trabajando por salvar almas. Esa es su gran misión. Esto que nosotros también asumimos desde el bautismo. Pero ese acercarse que se nos plantea hoy es la actitud de mirar a alguien y poder ayudar a que se planifique y plenifique. No es como en tiempos de las cruzadas donde uno buscaba a las personas para que sean católicas para hacer la religión más fuerte. No. Este acercarse es para que esa persona sepa que vale y que nos importa porque es persona, que no juzgamos su pasado ni su vida, sino que venimos a traerle a Jesús. Esa paz que te llena a vos y que vos la querés compartir. Hoy reconozco que necesitamos una iglesia cercana, porque vos y yo nos hemos encerrado en nosotros mismos. Muchos hoy no tienen paz en sus corazones. Hoy, o este año, ¿a quién te vas a acercar?

2) El Bautismo:

Es el sacramento mayor. Es la puerta que nos abre a los demás sacramentos. Es por ello que tenés que valorar mucho este sacramento. Recordá que fuiste ungido para que ningún mal atente a tu alma. Recordá que fuiste bañado para limpiarte de todo y ser una persona limpia espiritualmente. Recordá que se encendió una luz porque viniste a iluminar.

3) Conocer:

Será trabajo tuyo y mío seguir conociendo a Jesús. Él nos rompe los esquemas y nos muestra algo distinto de cómo pensar y vivir, incluso de cómo vivir la religión. Aquí está el punto, es el encuentro con Él, quien te permite luego trabajar para conocerlo. Es como una relación de amor. Me busca para que lo conozca y cuando me encuentra me toma y toca lo más profundo que me lleva a buscarlo y conocerlo más, para luego amarlo, porque nadie ama lo que no conoce.