jueves, abril 18

EVANGELIO DEL DÍA

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EVANGELIO DEL DÍA 💫

Marcos 3,13-19

En aquel tiempo, Jesús, mientras subía a la montaña, fue llamando a los que él quiso, y se fueron con él. A doce los hizo sus compañeros, para enviarlos a predicar, con poder para expulsar demonios. Así constituyó el grupo de los Doce: Simón, a quien dio el sobrenombre de Pedro, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, a quienes dio el sobrenombre de Boanerges –Los Truenos–, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el Celotes y Judas Iscariote, que lo entregó.

Palabra del Señor
💫MEDITACIÓN DEL EVANGELIO 💫

Marcos 3, 13-19:

💫Llamó a los que quiso.

1) Subió a la montaña:

Cuán importante es la decisión de elegir su equipo, los que lo acompañarían. Es aquí un punto esencial. Antes de tomar una decisión en tu vida habla con Dios, subí a la montaña. Es lo que hace Jesús. Toma ese momento para dialogar con Dios y creo que por aquí tiene que pasar tu vida. Date ese tiempo para hablar con el Señor y plantéale lo que te pasa.

2) Estuvieron con Él:

El ser discípulos de Jesús es eso, estar con Jesús. En estos últimos años hemos confundido el discipulado de Cristo con actitudes asistencialistas o hasta incluso con ideologías sociales. Ser discípulos significa ser elegidos de Dios para estar con Él y luego llevarlo a Él. Recuerdo a un sacerdote que en el seminario me insistía que “este es el tiempo de estar con Jesús porque después llegará el momento de predicar a Jesús”. Cuánto agradezco ese consejo, porque la pasión es mala consejera y cuando estaba en el seminario ya más o menos quería ir a misionar al África, y él me recordaba «es tiempo de estar con Jesús para luego llevarlo».

3) Por el nombre:

El llamado es a la persona y no al grupo. Es más, cada uno de los elegidos es distinto, porque no hay un prototipo de elección sino que elige para mostrarnos que el llamado pasa por la voluntad de Dios y no por un casting de elección. Dios te ha llamado por tu nombre y sabe tus miserias, pero aquí es confiar en su grandeza. Hasta el cielo no paramos.