EVANGELIO DEL DÍA

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💫EVANGELIO DEL DÍA 💫

Marcos 4,21-25:

En aquel tiempo, dijo Jesús a la muchedumbre: «¿Se trae el candil para meterlo debajo del celemín o debajo de la cama, o para ponerlo en el candelero? Si se esconde algo, es para que se descubra; si algo se hace a ocultas, es para que salga a la luz. El que tenga oídos para oír, que oiga.»
Les dijo también: «Atención a lo que estáis oyendo: la medida que uséis la usarán con vosotros, y con creces. Porque al que tiene se le dará y al que no tiene se le quitará con creces hasta lo que tiene.»

Palabra del Señor
💫MEDITACIÓN DEL EVANGELIO 💫

Marcos 4, 21-25:

💫Todo sale a luz.

1) Sobre el candelero:

No dejes que el qué dirán oculte eso que tenés vos, ese don que Dios te dio. Tenés mucho por dar. Sos luz, como te lo recordaron en el sacramento del bautismo. Pero te entiendo que este mundo te achica, te apichona, te genera ese miedo de quedar excluido o avergonzado. Pero si vos podés hacer tanto bien, podés jugarte por tantas cosas, no te escondas, mostrate como sos y mostrá lo que sos desde aquel don que Dios te dio y, al dar luz, seguro que también verán en ti manchas. No temas, todos tenemos, pero la luz es más fuerte que toda mancha. Sabes la cantidad de manchas que yo tengo y que mucha gente lo nota. Pero, sin embargo, aquí estoy, animándote a vos a que también te la jugués porque tenés tanto para dar que hasta tus propias manchas con el tiempo desaparecerán.

2) La medida:

Con el tiempo aprendí que en esta vida no existe la ciencia exacta. No todo aquí es blanco o negro, también hay grises. La vida me está enseñando y me enseñó que no puedo ser tan duro, porque la rigidez mata y te mata. Es aquí que, en mis primeros años de cura, me creía que me las sabía a todas. Hasta me consideraba un puritano que estaba un escalón arriba, hasta algunos me hacían creer ello. Hasta que caí y me di cuenta de que también era pecador, débil, torpe y con muchos límites. Hasta lo curioso fue que quienes me ayudaron a salir adelante fueron esas personas que yo creía que eran las pecadoras y de las cuales estaba yo en un escalón arriba. Comprendí que la medida de la vida no es desde la ciencia exacta, sino del vivir, del caminar juntos, de ayudarnos, de que nadie es más ni menos que nadie, que yo a esta vida la lucho como cura, vos como casado, vos como soltera, etc. Comprendí que no puedo medir a nadie ni medirme en nada porque la única medida que hay es vivir la vida y hacer lo mejor que uno puede hacer. Hacer las cosas para mayor gloria de Dios.

3) Se le dará:

Explota ese don que tenés. Date, entrégate, hacé esa cosa que te hace feliz. No dejes de luchar por lo que te hace bien a vos. Tenés tanta vida y vos me la estás tirando en la cama, viendo tele. No dejes que tu vida se pase en Netflix. Hacé algo por vos y hacé algo por los demás. ¡Vamos! sos un gigante de la vida. Hasta el cielo no paramos.