EVANGELIO DEL DÍA

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💫EVANGELIO DEL DÍA 💫

Mateo (23,1-12):

En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a los discípulos, diciendo:
«En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid todo lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos dicen, pero no hacen.
Lían fardos pesados y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar.
Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y agrandan las orlas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias en las plazas y que la gente los llame “rabbí”.
Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar “rabbí”, porque uno solo es vuestro maestro y todos vosotros sois hermanos.
Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo.
No os dejéis llamar maestros, porque uno solo es vuestro maestro, el Mesías.
El primero entre vosotros será vuestro servidor.
El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».

Palabra del Señor
💫MEDITACIÓN DEL EVANGELIO 💫

Mateo 23, 1-12:

💫Atan pesadas cargas.

1) Dijo a la multitud y a los discípulos:

Es algo que nos afecta a todos, consagrados, como todo bautizado, el tema de aparecer, mostrarse, ser reconocido. El problema es cuando vos querés sobresalir en esta labor religiosa o como cristiano, buscando tu parte, queriendo aparentar. El gozo del poder. Esto mata a la Iglesia y también al mundo. Un amigo una vez me mencionó una frase que me llamó la atención: «a la persona dale poder y ahí la vas a conocer verdaderamente». Me quedé pensando, pero hay veces que sí. Es por ello que en esta Cuaresma tenemos que trabajar en la actitud de humildad y entrega, sin buscar poder. El poder está unido a querer aparecer y querer aparecer está unido al poder.

2) No sean como:

Jesús quiere desinfectarnos de aquello que ya ocurría en el judaísmo de aquel tiempo «una religión sin Dios». Porque ya no se hacían las cosas pensando en lo divino o en dar gloria a Dios. Se hacían para mostrarse como puritanos ante otros como religiosos “superstars”. Lamentablemente hoy ya está instalado ese virus en nuestra religión. Es bueno hoy recordar que todo lo que hacemos es para mayor gloria de Dios.

3) Humildad:

La clave de todo es el servicio. Cuán grande es el precio de esta palabra «servicio». Porque es sirviendo desinteresadamente que se logra vencer este virus del poder y del aparentar. Es tu actitud cotidiana la que ayuda a vencer esto, el tratar bien a la gente, el ser respetuosos en nuestro hablar, el tratar de hablar lo justo y necesario. Es por ahí que pasa la humildad. El servicio te hace más humilde y la humildad te hace más servicial. Hasta el Cielo no paramos.