EVANGELIO DEL DÍA

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EVANGELIO DEL DÍA🌾

Mateo 20,20-28:

En aquel tiempo, se acercó a Jesús la madre de los Zebedeos con sus hijos y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: «¿Qué deseas?»
Ella contestó: «Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda.»
Pero Jesús replicó: «No sabéis lo que pedís. ¿Sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber?»
Contestaron: «Lo somos.»
Él les dijo: «Mi cáliz lo beberéis; pero el puesto a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre.»
Los otros diez, que lo habían oído, se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús, reuniéndolos, les dijo: «Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo. Igual que el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos.»

Palabra del Señor
🌾 MEDITACION DEL EVANGELIO🌾

Mateo 20,20-28:

💫El servir.

1) La madre:

La mamá de estos apóstoles busca asegurarlos a ellos. Ella está segura, pero ellos no. Cuánto pasa esto, cuando vos como mamá y papá querés darle todo a tu hijo o a tu hija, olvidándote que ese hijo o esa hija tiene que hacer su camino y tomar sus decisiones. Porque te aclaro algo: estos apóstoles ya eran barbudos, no eran niños. Ya tenían edad. Creo que habla de esta madre que lleva a que sus hijos no asuman su vida, sino que ella los lleva en la vida. Recuerdo a un amigo que no maduraba nunca. Tenía dos hijos, y sus buenos treinta y tantos años, pero seguía viviendo de la jubilación de los papás y en la casa con sus papás. No sé por qué me viene a la memoria este amigo, pero lo que sé es que esta madre le buscaba laburo, más preocupada que él. Le daba todo cocinado.

2) El poder:

Cuánto nos toma el poder. Nos esclaviza y es como la anestesia. Cuando menos te das cuenta te seda y te toma. Los cargos, si no van acompañados de la espiritualidad y una visión sobrenatural, te pueden liquidar y hacerte muy soberbio, mirando a los tuyos como empleados más que como hermanos. Puede pasarte a vos como esposo, mirando a tu esposa como empleada o al revés; a vos como hijo, mirando a tu papá o mamá como cajero automático. Eso es también creer tener poder. O como curas que, en vez de mirar a los feligreses como hermanos, los ven como empleados domésticos. El poder es para servir y no es para servirse del poder.

3) El rescate:

El servicio es una de las claves para llevar el reino de Dios. Como será que a los sacerdotes y a los que sirven en la Iglesia se los llama “ministros”, porque «ministro» en griego significa: “el menor de los que sirve”. Por eso también a los funcionarios públicos se les puso el término ministros. Hoy, pidamos servir como menores; servir y desaparecer. Que el poder no te tome. No andes marcando y decidiendo en la vida de los demás, más bien busca llevar a Jesús con servicio y sencillez. Hasta el cielo no paramos.