EVANGELIO DEL DÍA

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EVANGELIO DEL DÍA🌾

Mateo 13, 36-43:

En aquel tiempo, Jesús dejó a la gente y se fue a casa. Los discípulos se acercaron a decirle: «Acláranos la parábola de la cizaña en el campo.»
Él les contestó: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del Reino; la cizaña son los partidarios del Maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha es el fin del tiempo, y los segadores los ángeles. Lo mismo que se arranca la cizaña y se quema: así será el fin del tiempo: el Hijo del Hombre enviará a sus ángeles y arrancarán de su Reino a todos los corruptores y malvados y los arrojarán al horno encendido; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga.»

Palabra del Señor
🌾 MEDITACION DEL EVANGELIO🌾

Mt. 13, 36-43:

💫Señor, ¡explícanos!

1) Volvió a su casa:

Es ese lugar donde Jesús está con los suyos, donde comparte. El evangelista nos muestra esta parte humana de Jesús. Es esa parte que vos no tenés que perder nunca. Volvé a tu casa, compartí con tu familia, desenchúfate de ese acelere que tenés, que cuando llegas de laburar seguís laburando en tu casa, limpiando, lavando, etc. Compartí con los tuyos, sentate a tomar unos mates o un café, habla de lo que te pasa, de lo que sentís, explica la vida con tu vida. Genera ese momento de interioridad.

2) Le pidieron que le explique:

Hoy vos y yo también le pedimos a Jesús que nos explique. Porque hay cosas en esta vida que no entendemos. No entiendo por qué al que hace lo liquidan; no entiendo por qué personas buenas se van rápido de este mundo; no entiendo por qué hay tanta injusticia…. Tantas cosas que vos ni yo entendemos. Pero sé que algún día nos vamos a sentar frente a Jesús y nos va a explicar todas las cosas. Eso te lo aseguro.

3) La semilla:

Hoy mira tu vida. Fíjate qué tipo de semilla hay en tu corazón; qué es aquello que te mueve a vivir, a darte a los demás; qué es aquello que te identifica y te lleva a dar fruto para los demás. Vos y solamente vos sabes lo que podés dar y generar en los otros. Necesitamos que nos sacies de tus frutos, de esa semilla que vos tenés y que con el tiempo la fuiste y la vas trabajando. ¡Sacia, porque hay gente que te necesita! Hasta el cielo no paramos