jueves, marzo 28

EVANGELIO DEL DÍA

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EVANGELIO DEL DÍA🌾

Mateo 16,24-28:

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará. ¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar para recobrarla? Porque el Hijo del hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta. Os aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán sin antes haber visto llegar al Hijo del hombre con majestad.»

Palabra del Señor
🌾 MEDITACION DEL EVANGELIO🌾

Mt. 16, 24-28:

💫Seguir.

1) Conmigo:

El seguir a Dios implica seguir un estilo de vida, una manera de vivir, un ideal asumiendo la realidad. El ser cristiano es vivir como Cristo propone, no un “corte y pegue”… «tomo esto que me gusta y saco esto que no me gusta» ¡No! Y eso implica negarse. Porque al seguir una manera de vivir, incluso cuando se habla de seguir una ideología, hay parámetros, límites. Nosotros los cristianos seguimos a una persona, no a una idea. Tus actitudes son las que fortalecen tus intenciones, pues mirando cómo actúas, descubro cómo piensas. 

2) Perder para ganar:

La vida es jugársela, es un desafío vivir, es un desafío cada día. Implica riesgo, pero es por ahí donde va todo. Tenés que arriesgarte, claro que antes tenés que pensarla y ser prudente, pero tarde o temprano te tenés que tirar a la pileta. El tema es que nadie quiere perder. Pero tenés que probar y jugártela, inténtalo por lo menos. Un buen negociante sabe que no puede quedarse con toda la plata de ganancia, un porcentaje tiene que invertir para seguir ganando. Si uno se queda con todo, en algún momento (si no invierte) se queda sin nada. Lo mismo pasa en la vida, si vos querés quedarte y controlarlo todo y a todos, te podés quedar sin nadie y sin nada. 

3) Dios paga:

El Señor sabe lo que haces y lo que no, a Él no se lo puede engañar. No dejes de luchar por tu objetivo, el tema es que tengas en claro a dónde querés ir con tu vida. Dios no se deja ganar en generosidad y te invita día a día a seguir caminando, no decaigas en tu camino. Busca siempre a Dios y ver qué es lo que Dios quiere de vos en todo tu camino. Acordate que hasta de lo más malo, con Dios, podés sacar algo bueno. Hasta el cielo no paramos