viernes, marzo 29

EVANGELIO DEL DÍA

0
191

EVANGELIO DEL DÍA🌾

Lucas 10, 25-37

En aquel tiempo, se presentó un maestro de la Ley y le preguntó a Jesús para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?»
Él le dijo: «¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees en ella?»
Él contestó: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas y con todo tu ser. Y al prójimo como a ti mismo.»
Él le dijo: «Bien dicho. Haz esto y tendrás la vida.»
Pero el maestro de la Ley, queriendo justificarse, preguntó a Jesús: «¿Y quién es mi prójimo?»
Jesús dijo: «Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos bandidos, que lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo dio un rodeo y pasó de largo. Pero un samaritano que iba de viaje, llegó a donde estaba él y, al verlo, le dio lástima, se le acercó, le vendó las heridas, echándoles aceite y vino, y, montándolo en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó. Al día siguiente, sacó dos denarios y, dándoselos al posadero, le dijo: «Cuida de él, y lo que gastes de más yo te lo pagaré a la vuelta.» ¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo del que cayó en manos de los bandidos?»
Él contestó: «El que practicó la misericordia con él.»
Díjole Jesús: «Anda, haz tú lo mismo.»

Palabra del Señor
🌾 MEDITACION DEL EVANGELIO🌾

Lc. 10, 25-37.

💫¿Qué le pasa a él si no lo ayudo?

1) A prueba:

Hay momentos que la vida misma te pone a prueba, donde te encontrarás con tu propio examen, donde hay circunstancias que llevarán a mostrar de qué verdaderamente está formado tu corazón. Espero que puedas pasar esa prueba, porque las cosas salen tarde o temprano y con el tiempo uno se da cuenta de quién es quién. Hoy fíjate si estás pasando por una prueba en tu vida y cómo estás actuando ante la vida.

2) Como a ti mismo:

La clave de nuestra vida cristiana no es cumplir y cumplir, sino que más bien es actuar como nos gustaría que actúen con nosotros. Es tan simple, pero al mismo tiempo tan difícil, porque es ser con el otro como quieres que sean con vos. Ya un punto en contra que tenemos es nuestra propia lengua. Hacé tu propio examen y fíjate si estás actuando con el hermano como te gustaría que actúen con vos.

3) El buen samaritano:

La clave aquí es que los anteriores se preguntaron “¿qué me pasa a mí si yo no lo ayudo?”. Y claro que hay consecuencias, pues ninguno iba a poder entrar al templo y cumplir con el objetivo hacia el cual se dirigían. Pero este samaritano se pregunta “¿qué le pasa a él si yo no lo ayudo?”. Es distinto porque es poner al otro por encima de mis propios objetivos. Hoy plantéate qué está primero en vos: tu hermano, tu familia, tu cercano o tus proyectos. Hasta el cielo no paramos.