martes, abril 16

EVANGELIO DEL DÍA

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Mateo 9,27-31:

En aquel tiempo, dos ciegos seguían a Jesús, gritando:
«Ten compasión de nosotros, hijo de David».
Al llegar a la casa se le acercaron los ciegos, y Jesús les dijo:
«¿Creéis que puedo hacerlo?».
Contestaron:
«Sí, Señor».
Entonces les tocó los ojos, diciendo:
«Que os suceda conforme a vuestra fe».
Y se les abrieron los ojos. Jesús les ordenó severamente:
«¡Cuidado con que lo sepa alguien!».
Pero ellos, al salir, hablaron de él por toda la comarca.

Palabra del Señor
💫 MEDITACION DEL EVANGELIO💫

Mt. 9, 27-31:

💫Lo siguieron.

1) Cuando lo tuvieron cerca:

Hay veces que debemos ser insistentes con Dios, cuando no vemos lo que nos pasa o no queremos ver la realidad. Pedile a Dios que te ayude a ver y que te dé la fuerza para aceptar lo que está pasando en tu vida. Esto lleva tiempo, pero tenés que pedirle que te ayude. Porque capaz que venís por tu vida de una manera ciega y estás viendo solo lo que querés ver y no la realidad total, porque tenés miedo a sufrir o simplemente porque no querés ver. Hoy pedile a Dios que puedas ver y aceptar esto que pasa por tu vida y atraviesa tu vida.

2) Creen:

La fe no pasa por una cuestión tan solo litúrgica o moral, pasa por un acto de confianza y saber que Dios puede cambiarlo todo, porque en tu vida también debe haber una actitud de entrega y confianza a Dios. El ver, implica desafíos y aceptar realidades, muchas veces realidades dolorosas, pero realidades al fin… entonces sos vos y solo vos quien sabe el límite de tus fuerzas y es allí donde te lleva ese límite a un confiar en aquel quien es ilimitado, Dios.

3) Prudencia:

La prudencia es una virtud esencial que vos y yo tenemos que vivir, más en estos tiempos, en donde un mensaje de WhatsApp puede ser mal interpretado y hasta puede llevarte a dolores de cabeza. Ser prudente no significa ser miedoso, pero sí implica que debes ser muy claro en tu actuar y en tu decir. Estamos en tiempos de mucha sensibilidad y en donde la imprudencia reina. Cayendo en actitud de decir las cosas sin filtros y hasta de expresar en público cosas que a la persona que implica se entera en el grupo de WhatsApp o por las redes y nunca tuvo la oportunidad de defenderse o simplemente saberlo. Tu imprudencia puede lastimar vidas y familias, puede golpear a la misma Iglesia y hasta hundir una vocación. Recuerda que una persona imprudente puede desatar hasta una guerra mundial. Sé prudente y verás cuánto crecerás. Hasta el Cielo no paramos.