EVANGELIO DEL DÍA

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EVANGELIO DEL DÍA💫
san Marcos (1,21-28):

EN la ciudad de Cafarnaún, el sábado entra Jesús en la sinagoga a enseñar; estaban asombrados de su enseñanza, porque les enseñaba con autoridad y no como los escribas. Había precisamente en su sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo y se puso a gritar:
«¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios».
Jesús lo increpó:
«¡Cállate y sal de él!».
El espíritu inmundo lo retorció violentamente y, dando un grito muy fuerte, salió de él. Todos se preguntaron estupefactos:
«¿Qué es esto? Una enseñanza nueva expuesta con autoridad. Incluso manda a los espíritus inmundos y lo obedecen».
Su fama se extendió enseguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.

Palabra de Dios
💫 MEDITACION DEL EVANGELIO💫

Mc. 1, 21b-28: El espíritu impuro. Características.

1) Grita: Sí, grita. No habla. Es lo que utiliza la persona que no está en pureza y en paz. Quiere imponer sus criterios y no se abre al diálogo. Es más teme al diálogo. Es la persona cerrada, porque no habla desde ese interior sino desde el acelere de la propia vida. Gritar es igual a imponer, a sobreponer, a lastimar. Hoy lucha contra esa impureza que ataca tu corazón y que te lleva a no escuchar al otro, a no dialogar.

2) Sacude: Otra característica es esta, sacude. No lo hace mantener estable. Se aleja de la presencia de Dios. La persona se dispersa en la vida y no asume una constancia en su caminar. Ante cada decisión, se sacude. No sabe tomar el toro por las astas, sino más bien es inestable, tanto psíquica como afectivamente. Busca por allá, por acá. 

3) Gran alarido: Son los alaridos del recuerdo, la imaginación. Eso que golpea la cabeza y te deja en estado de culpa. Es ese momento en donde no se logra acallar la cabeza y solo se siente ruidos, ruidos en la cabeza. Claro que no da calma. Hoy Jesús quiere liberarte. Quiere llenarte de su paz. Solo Él puede sacar de vos todas esas impurezas. Abrí tu corazón a Él. Algo bueno está por venir.