viernes, marzo 29

EVANGELIO DEL DÍA

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EVANGELIO DEL DÍA💫

Marcos 1,29-39:

En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés.
La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, e inmediatamente le hablaron de ella. Él se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles.
Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar.
Se levantó de madrugada, cuando todavía era muy oscuro, se marchó a un lugar solitario y allí se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron en su busca y, al encontrarlo, le dijeron:
«Todo el mundo te busca».
Él les responde:
«Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he salido».
Así recorrió toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando los demonios.

Palabra del Señor
💫 MEDITACION DEL EVANGELIO💫

Mc. 1, 29-39:

💫Buscar a Jesús.

1) Salió de la sinagoga:

La importancia de la oración en la vida de Jesús es el eje, lo central. No dejes nunca tu tiempo de orar, de acercarte a la capilla y estar un rato en silencio y oración. Busca tu espacio y tu momento. Allí está tu fuerza para todo lo que te toca enfrentar en el día. Allí está tu lugar y tu momento para encontrar respuestas a muchas de tus preguntas. La clave es el silencio.

2) La tomó de la mano:

Jesús cura, pero qué hermoso el gesto de tomar de la mano y levantar. Porque esto quiere decir que Cristo nunca te deja solo. Está a tu lado siempre y te levanta. ¿Sabes? No queremos que te caigas, no queremos que estés tirado en esta vida. Más allá de lo que te pasa o pasó, queremos decirte que estamos para tomarte y levantarte. Que no estás solo ni sola. No dejaremos que la fiebre de esta vida te haga ver cosas que no son. Hoy vos tenés mucho para dar y ofrecer a este mundo. Te tomamos y te levantamos. No queremos que te dejes estar.

3) Salió a otros lugares:

La actitud misionera es ir a buscar al otro. Hoy toma esa actitud misionera, anda a visitar al que te necesita. Aunque sea mándale un mensajito preguntándole cómo está. Aunque sea mándale una meditación del Evangelio a esa persona que sabes que está distanciada de Dios. O, aunque sea, llégate a rezar por esa persona que sabes que lo necesita. ¡Vamos, salí! Y a no estancarse en lugares donde nos gusta estar. Hay que salir. Algo bueno está por venir.