miércoles, septiembre 18

EVANGELIO DEL DÍA

0
137

💫

Juan 5,1-16:

Se celebraba una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén.
Hay en Jerusalén, junto a la Puerta de las Ovejas, una piscina que llaman en hebreo Betesda. Esta tiene cinco soportales, y allí estaban echados muchos enfermos, ciegos, cojos, paralíticos.
Estaba también allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo.
Jesús, al verlo echado, y sabiendo que ya llevaba mucho tiempo, le dice:
«¿Quieres quedar sano?».
El enfermo le contestó:
«Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se remueve el agua; para cuando llego yo, otro se me ha adelantado».
Jesús le dice:
«Levántate, toma tu camilla y echa a andar».
Y al momento el hombre quedó sano, tomó su camilla y echó a andar.
Aquel día era sábado, y los judíos dijeron al hombre que había quedado sano:
«Hoy es sábado, y no se puede llevar la camilla».
Él les contestó:
«El que me ha curado es quien me ha dicho: “Toma tu camilla y echa a andar”».
Ellos le preguntaron:
«¿Quién es el que te ha dicho que tomes la camilla y eches a andar?».
Pero el que había quedado sano no sabía quién era, porque Jesús, a causa del gentío que había en aquel sitio, se había alejado.
Más tarde lo encuentra Jesús en el templo y le dice:
«Mira, has quedado sano; no peques más, no sea que te ocurra algo peor».
Se marchó aquel hombre y dijo a los judíos que era Jesús quien lo había sanado.
Por esto los judíos perseguían a Jesús, porque hacía tales cosas en sábado.

Palabra del Señor
💫 MEDITACION DEL EVANGELIO💫

Juan 5, 1-16:

💫Levántate y camina.

1) Esperaban la agitación del agua:

Vos y yo pasamos por tristezas, que no se van, y estamos a la espera de que nos suceda algo para poder volver a una normalidad que se gesta en una dependencia de otro o de circunstancias ajenas a mí. Eso me limita y me genera un estado de ilusión en el otro y ya no encuentro nada en mí. Cuántas veces caemos en la enfermedad espiritual de quedar ciegos y no ver mi vida y las cosas lindas de mi vida. Cuántas veces me quedo estático en mi vivir porque alguien me golpeó y me lastimó en la vida y me cuesta caminar, porque me cortaron las piernas con las críticas y los ataques. Son cosas que te pasan en la vida y te duelen; pero por sobre todo te generan  depresión y tristeza, quedas estático,  porque pasa el tiempo y seguís esperando que alguien te lleve a salvarte o a recuperar tu vida, o a que cambie tu vida. Pero siempre esperando que otros te salven y solucionen tus problemas.

2) Temporadas difíciles:

Todos pasamos ese invierno espiritual en donde sentimos que se nos cae todo. Te pasa a vos, a mí y a cualquiera, no importa si sos obispo, cura, creyente o no creyente. Todos pasamos ese invierno espiritual donde no sentimos nada y tememos a todo. Muchísimos cristianos y héroes de la biblia, como santos de la Iglesia, han sufrido el “síndrome del corazón roto”.  Elías hasta pedía que se lo lleve, una cierta eutanasia porque ya no quería vivir más, ya no daba más. Hasta llegó a decir que todo lo que había hecho era en vano. Santa Teresa de Ávila decía, si así tratas a tus amigos cómo tratarás a tus enemigos, como diciendo “por qué Dios me pone todo esto”. Cuántas veces a vos y a mí nos pasó de decir: “cómo quisiera irme lejos y comenzar de nuevo”, pero no bajes los brazos. Porque como decía un santo: “el enemigo solo pelea con los que le son una amenaza”. No dejes que te paralicen las situaciones y las dificultades.

3) Levántate:

Vos, como creyente, tienes la fuerza para seguir adelante y tenés mucho por dar. Construí tu vida y pedile a Jesús que te de ese ánimo para recuperar tu caminar, no estés a la espera del príncipe azul, inexistente, que te va a resolver todo, para que te haga vivir feliz. Ni tampoco estés a la espera de la mujer soñada para ser una persona que te haga respirar la felicidad. Eso es vivir en fantasías, porque por vos tenés que volver a caminar y seguir. Sos vos y solo vos, con Dios, quien tiene todo para llevar una vida y hacer de tu vida un caminar hacia la felicidad (santidad). Acordate que se hace camino al andar. Algo bueno está por venir.