miércoles, abril 24

EVANGELIO DEL DÍA

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🌿 EVANGELIO DEL DÍA🌿
Lectura del santo evangelio según san Juan (14,1-6):

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar. Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino».
Tomás le dice:
«Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?».
Jesús le responde:
«Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí».

Palabra del Señor

Jn 14, 1-6: La vida.
1) No se inquieten: hoy tenemos que seguir adelante. Ya vamos pasando este desafío juntos, a seguir aguantando. Esto no es para siempre. Cuando uno se inquieta comete errores. Es como en el fútbol, el adversario debe provocar constantemente al jugador estrella para que no piense y así controlar el partido. Vos sos el jugador estrella de tu equipo, de tu familia. No dejes que esto te acorrale y te haga perder el partido de tu vida. El tiempo vale oro y vos valés muchísimo. Actúa pensando y no dejándote llevar por las pasiones o la impaciencia. Tienes el tiempo a tu favor. Anda tranquilo. Ya se acomodará todo y harás la mejor jugada de tu vida, el gol de la felicidad.

2) Yo voy a prepararles un lugar: qué lindo saber esto. Dios está con nosotros y no nos deja solos. Viene a acompañarnos y a recordarnos que hay una eternidad, que la muerte no tiene la última palabra. Vos con Dios tenés la última palabra. Ponele todo el entusiasmo a esta vida, que con Cristo lo podés todo.

3) La vida: hay veces que creemos que la felicidad del otro es nuestra responsabilidad, más que nada lo refiero al lazo afectivo amoroso. Pero tengo la responsabilidad de que yo no sea la infelicidad del otro. Yo no puedo hacer feliz a nadie más que a mí mismo, con Dios, pero sí puedo hacer infeliz a muchas personas. Hay veces que no vemos en construir nuestra propia felicidad y por ende nadie puede dar lo que no tiene.
En el caso de las parejas, por ejemplo, no hay parejas felices sino más bien hay personas felices que se ponen en pareja.